Argentina se enorgullece de muchas cosas: el dulce de leche, la avenida 9 de Julio y las dos Copas del Mundo ganadas por su selección de fútbol.
Pero hay otros hitos más relevantes que no son tan conocidos. Uno de los más importantes es el realizado por un grupo de estudiantes de Medicina la noche del 27 de agosto de 1920.
Ellos se reunieron en la terraza del Teatro Coliseo de Buenos Aires para llevar a cabo la que fue conocida como la primera transmisión de radio del mundo.
A las 9:00 de la noche, el radioaficionado Enrique Susini se puso frente al micrófono de radio y mencionó algunas palabras que quedaron para siempre en la historia:
“Señoras y señores, la Sociedad Radio Argentina les presenta hoy el Festival Sacro de Ricardo Wagner, Parsifal, con la actuación del tenor Maestri, el barítono Aldo Rossi Morelli y la soprano argentina Sara César, todos con la orquesta del teatro Costanzi de Roma, dirigida por el maestro Félix von Weingarten”.
Un artículo de la Universidad de Buenos Aires explica que aquella transmisión se logró gracias a una bocina para sordos agregada a un micrófono; ambos fueron conectados a un transmisor de 5 vatios.
Duró hasta la medianoche y apenas pudo ser escuchada por menos de 100 personas, aún así se convirtió en un evento histórico porque, hasta ese momento, la radio era utilizada para transmitir mensajes cortos y específicos, y muchas veces con fines propagandistas.
A Susini lo acompañó en su aventura radiofónica los estudiantes universitarios César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica, quienes pasaron a ser conocidos como Los Locos de la Azotea, además de convertirse en los pioneros de una nueva manera de hacer radio.
Luego de aquella primera transmisión, los jóvenes siguieron reuniéndose todas las noches para transmitir ópera, por lo que su programa se convirtió en un espacio frecuente.
El único problema es que no quedó registro de la primera transmisión y esto se debió a una suerte de involuntaria omisión por parte de los autores, según explica Alicia Sunsini, exesposa de Enrique. “Estaban preocupados por transmitir y no por grabar”, señaló en una entrevista en 2003.
Desde aquella histórica jornada, el 27 de agosto es conocido en Argentina como el Día de la Radio.