Los términos y condiciones son tan insufribles que incluso han hecho que congresistas demócratas y republicanos lleguen a un consenso para impulsar una ley que los simplifique y resuma en un texto que las personas, y en particular los usuarios de servicios electrónicos, quieran leer y puedan comprender. Eso es, a grandes rasgos, la ley TLDR que se impulsa en el Congreso de Estados Unidos.
Se llama TLDR porque son las siglas del concepto “too long, didn’t read” (demasiado largo, no lo leí), que engloba el sentir de, diríamos, prácticamente todos los usuarios que simplemente escroleamos hasta el final de la pantalla para decir acepto y hacer uso de tal o cual servicio.
Sin embargo, la diputada (integrante de la Cámara de Representantes) Lori Trahan, de extracción demócrata, dice que, como todos simplemente los aceptamos, “no resulta sorpresivo que las compañías abusen de estos contratos para incluir condiciones que les dan poder y control sobre información personal”.
Como decíamos, los términos y condiciones son un texto tan insufrible que es uno de los pocos apartados donde demócratas y republicanos llegan a un consenso sin chistar. Bill Cassidy, senador republicano, comenta que como los términos y condiciones son textos tan técnicos como largos, la ley TLDR busca “obligar a las compañías a ofrecer resúmenes fáciles de entender”.
Y no es poca cosa. Un informe señala que leer los términos y condiciones de Facebook tomaría unos 17 minutos, mientras que los de Tinder demorarían unos 25 minutos. De Microsoft ni hablar, pues te tomaría una hora.
La ley TLDR se promueve en el Congreso estadounidense en un momento en el que ambas cámaras mantienen una intensa vigilancia y presión sobre el papel de las plataformas tecnológicas en temas variados, que van desde la protección de datos personales hasta su papel en la estabilidad democrática de Estados Unidos.
Así lo resume la representante Lori Trahan:
“El Congreso ha sido extremadamente activo en la necesidad de tener una legislación que tutele la privacidad de los usuarios, pero creo que el año pasado demostró que debemos ser más intensos en el objetivo de garantizar la transparencia”.