Todos los volcanes tienen características que los hacen diferentes. Sin embargo, según los científicos, Kawah Ijen es uno de los más llamativos que hay en el planeta, ya que es el único que arroja ríos de luces azul vibrante desde su cráter.
Esta formación natural es un estratovolcán que se encuentra en la frontera de Banyuwangi y Bondowoso, en Indonesia. Los científicos explican que lo que se observa en realidad no es lava, sino un brillo que surge como consecuencia de la combustión de gases sulfúricos que emergen desde el interior del volcán y escapan por las grietas del suelo a alta presión y temperaturas elevadas.
De hecho, al ser expulsados del macizo y alcanzar 600 grados Celsius de temperatura, estos gases chocan con las condiciones atmosféricas y reaccionan como llamas que superan los cinco metros de altura.
Algunos de los vapores se condensan durante este proceso, por lo que se convierten en azufre líquido que escurre por la ladera de la montaña para formar los particulares ríos de fuego azul que tanto caracterizan a este volcán.
Otra particularidad de este macizo es que cuando sus gases expulsados se enfrían, depositan azufre en estado sólido a su alrededor. Es por esto que las cercanías del volcán se han convertido en una buena fuente de azufre para los mineros de la zona que venden estos peculiares fragmentos de rocas a quienes visitan la región.
El material extraído también se usa para producir medicinas y azúcares, por lo que resulta un elemento valioso para las farmacéuticas y los laboratorios trasnacionales que de ahí lo obtienen.