El cineasta y director de la película Titanic, James Cameron, quien viajó en el sumergible Titán, confesó que el mismo 18 de junio sabía que había ocurrido una tragedia.
«En una hora [después del incidente] recibimos la confirmación de que hubo un fuerte estruendo al momento que se perdieron las comunicaciones», dijo Cameron en declaraciones a Reuters. «Un fuerte golpe en el hidrófono. Pérdida del transpondedor. Pérdida de comunicaciones. Sabía lo que había pasado. El submarino implosionó», agregó.
El cineasta indicó que el lunes 19 de junio envió un correo electrónico a sus colegas, mencionándoles de la pérdida de «algunos amigos» y que el sumergible «está en el fondo hecho pedazos«.
Cameron y la horrible idea sobre Titán
Pero además de comentar que ya tenía un mal presentimiento sobre el desenlace de Titán, James Cameron criticó los materiales con los que estaba construido el sumergible.
El cineasta comentó que se mostró escéptico al escuchar que la compañía que operaba el Titán, OceanGate Expeditions, estaba construyendo un sumergible de aguas profundas con un casco compuesto de fibra de carbono y titanio.
«Pensé que era una horrible idea. Ojalá hubiera hablado, pero asumí que alguien era más inteligente que yo, porque nunca experimenté con esa tecnología, pero sonaba mal a simple vista», manifestó.