Dice el refrán que la vida se abre camino, y un grupo de científicos alemanes validó el dicho en el que quizá es el sitio más inhóspito en la Tierra: la Antártida.
El hallazgo quedó detallado en un artículo publicado en la revista Current Biology, donde un grupo de expertos cuenta que encontró 77 especies de animales a cientos de metros de profundidad debajo del hielo que cubre la plataforma Ekström, al sureste del mar de Weddell.
En 2018, expertos del Centro de Investigación Polar y de Vida Marina del Instituto Alfred Wegener perforaron bloques de hielo a 200 metros de profundidad. Allí, en una zona prácticamente sin luz y donde la temperatura marca menos 2.2 grados Celsius (unos 28.04 grados Fahrenheit), hallaron cerca de 80 especies diferentes entre gusanos de la familia de los serpúlidos y briozoos, diminutos animales que filtran el agua para alimentarse.
Son varios los aspectos que hacen fascinante a este hallazgo, explica el doctor en biología marina David Barnes. Por ejemplo, ¿cómo se alimentan estos animales si ninguna planta o alga, como el fitoplancton, puede sobrevivir en un entorno tan inhóspito?
Los expertos no tienen una respuesta concreta, pero piensan que las corrientes marinas pueden ser el vehículo que transporta algunas algas, lo que forma una red alimentaria lo suficientemente vasta como para alimentar a los organismos hallados.
La sorpresa no terminó ahí. Los científicos realizaron pruebas de carbono para determinar la edad de los animales. Los más jóvenes tenían unos cuantos años, pero los más antiguos datan de hace unos 5,800 años.
“A pesar de vivir a una distancia de entre tres y nueve kilómetros del mar abierto más cercano, es posible que un oasis de vida haya existido durante casi 6,000 años debajo de la plataforma de hielo”, destacó el doctor Barnes.