En estas festividades, los mexicanos recuerdan y honran a sus seres queridos fallecidos. No es una ocasión lúgubre o morbosa, sino que, para quienes participan, es una celebración festiva y colorida que celebra la vida de aquellos que ya no están con nosotros. Las personas visitan los cementerios y decoran las tumbas con flores y velas. También, hacen altares elaboradamente decorados en sus hogares, llamados “ofrendas”, y participan en grandes desfiles y conmemoraciones públicas.
“Durante siglos, los pueblos indígenas de México han honrado a la muerte, viéndola como parte del ciclo de la naturaleza, en lugar de temerla. Por eso, el doodle de hoy celebra El Día de los Muertos”, explica Google, enumerando algunas creencias ancestrales. “En este día, elementos y animales cotidianos representan a los que fallecieron. Los perros son considerados guías espirituales que llevan a las almas a su lugar de descanso final, mientras que las mariposas monarca migratorias representan espíritus ancestrales que se cree que vienen a visitar a sus seres queridos”.
El Día de los Muertos y Halloween tienen algunas características comunes, pero son festividades distintas, y ambas provienen de creencias y ritos paganos que luego fueron mezclados con el cristianismo, creando una amalgama controversial para muchos, y digna de celebrarse para otros.
Varias otras culturas precolombinas en latinoamérica también dieron origen a diversas celebraciones en estas fechas que hasta el momento son aún conmemoradas, pero ninguna tan colorida como la mexicana.
Debido a su importancia como un aspecto intrínseco de la cultura mexicana, y los aspectos únicos de la celebración que se han transmitido de generación en generación, la UNESCO reconoció a la fiesta indígena de México dedicada a los muertos como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en el 2008.
