Google desmintió enfáticamente los informes que sugerían una ayuda al ejército chino en el desarrollo de una nueva herramienta de alta tecnología digital para sus aviones de combate J-20, relacionada con pantallas táctiles avanzadas.
La compañía dijo que no tuvo ningún papel en el aspecto militar de un proyecto de pantallas táctiles con última tecnología. Según un informe de South China Morning Post, estos avances podrían potencialmente dar una ventaja a los aviones de combate chinos.
Un trabajo de investigación descubierto por el Morning Post sugirió que un científico líder de Google participó activamente en el programa de Beijing sobre nuevas herramientas de pantalla táctil. El informe señala que Shumin Zai, miembro del equipo de inteligencia artificial de Google, trabajó en un proyecto de investigación que podría usarse para aplicaciones de pantalla táctil, desde usos militares hasta educación y medicina.
Negando la supuesta participación, un portavoz de Google respondió al Morning Post diciendo que «este documento aborda una pregunta de investigación muy general en el diseño de la experiencia del usuario, de cómo las personas interactúan con los elementos en movimiento en una pantalla táctil. Este documento simplemente no trata sobre aplicaciones militares».
¿De qué se trata esta tecnología?
Es probable que las aplicaciones de pantalla táctil mejoradas cambien el futuro de los aviones de combate J-20. Según lo sugerido por el documento de investigación, el proyecto se enfocó en desarrollar una nueva tecnología basada en la interacción entre computadoras y personas. Esta se centraría esencialmente en desplegar un «asistente inteligente de selección de objetivos» que ayudaría a los pilotos a seleccionar objetivos más rápido y aumentar la precisión.
Las nuevas pantallas táctiles también son mucho más grandes que las de los aviones de combate estadounidenses. Las autoridades chinas han dicho que los pilotos podrían usar estas pantallas esencialmente como un iPad, acercando y alejando las imágenes con sus dedos.
Google fue el blanco de críticas el año pasado después de que salió a la luz que el gigante de la tecnología estaba construyendo en secreto una versión restringida de su motor de búsqueda para China. Muchos de sus servicios están bloqueados por la muralla de seguridad conocida como Great Firewall, por lo que la compañía continúa intentando expandirse en el país asiático, con la esperanza de que el gobierno le brinde una segunda oportunidad para acceder a un mercado de más de mil millones de personas.