De acuerdo con una nueva investigación publicada en Philosophical Transactions of The Royal Society B, las crías de foca son “vocalmente plásticas”, lo que quiere decir que pueden cambiar el tono de su voz para hacerse entender mejor, tal como lo hacen la mayoría de los humanos.
Los investigadores estudiaron ocho crías de foca de una a tres semanas de edad antes de ser liberadas en la naturaleza.
El equipo grabó primero los ruidos cercanos al mar para saber si los cachorros podían adaptar sus voces a los ruidos del entorno.
Durante varios días se reprodujeron los ruidos del mar a las crías en tres grados de intensidad, pero con una altura de tono parecida a la de las llamadas de las crías de foca.
“Si las crías de foca actuaran como la mayoría de los animales, solo esperaríamos que aumentaran la intensidad de sus voces a medida que aumentara el ruido”, explica Andrea Ravignani, investigador del Instituto Max Planck de Psicolingüística.
“Sin embargo, lo que hicieron las focas fue bajar el tono de sus voces para escapar de la gama de frecuencias del ruido, algo que solo pueden hacer los animales con un buen control de su laringe, que incluye a los humanos pero excluye potencialmente a la mayoría de los mamíferos”.
De esta manera, los científicos reconocen que los pinnípedos (animales como las focas y las morsas) son buenos modelos para estudiar el aprendizaje vocal, ya que están más cerca que otras especies de los humanos en términos de desarrollo evolutivo y diversificación, según los autores.