Nos guste o no, los selfies son parte de la cultura popular de hoy. Para algunos, son un símbolo de una generación narcisista que quiere presentar una imagen idealizada de sus vidas en las redes sociales. Para otros, son un recordatorio de la prevalencia digital en nuestra sociedad, o de cómo nuestra identidad es usada para vendernos productos.
Estas ideas contradictorias forman la base de una intrigante nueva exposición del artista y profesor de Columbus College of Art and Design, Matthew Mohr. En un trabajo conjunto con la compañía Design Communications, Mohr ha creado una impresionante instalación de arte que actualmente se exhibe en el atrio del Centro de Convenciones del Gran Columbus en Ohio.
Bajo el título de «As We Are«, que se podría traducir a “así como somos”, o “así como estamos”, se presenta una estructura en forma de cabeza tridimensional de 14 pies de altura, un poco más de cuatro metros.
Esta creación consta de 850,000 luces LED que son capaces de mostrar una imagen 3D gigante de la cabeza de una persona. Pero eso no es todo, pues dentro de la estructura existe una cabina para fotografías, que está equipada con 29 cámaras que toman las fotos de las personas que entran a visitarla, y luego unen las imágenes en un modelo 3D para crear selfies gigantes.
«Todos pueden pasar y sacarse una foto dentro de la cabina», dijo Mohr a Digital Trends. «Después de que la imagen se procesa, pueden salir y ver su rostro plasmado en la cabeza gigante».
El catedrático universitario piensa que el aumento y amplificación de una cabeza en un espacio público habla de la presencia de las redes sociales y la forma en que la identidad está cambiando en la sociedad. «Es una experiencia divertida para muchas personas, pero también es bastante intensa para otros. Es extraordinario ver tu propia cara en cuatro metros de alto, y darte cuenta de que así es como te mueves por el mundo», señaló.
Esta gigantesca cabeza sienta sin duda un precedente para un nuevo tipo de selfie, y el sistema puede almacenar localmente hasta 100,000 retratos, y más en la nube. Las imágenes proyectadas van cambiando de forma continua, con un enfoque en resaltar la diversidad.
Mohr dijo que espera continuar desarrollando su trabajo mediante la utilización de elementos de sonido y reconocimiento facial. «Hay mucho trabajo futuro planeado», dijo. «Esto forma parte de una plataforma en evolución. Estaremos trabajando alrededor de ella durante los próximos 7 a 10 años, y planeamos hacer mucho trabajo para seguir construyendo».
Y tú, ¿te animarías a ver tu propio rostro plasmado en una cabeza gigante?