Una acusación formal contra China realizó este martes 21 de julio el Departamento de Justicia de Estados Unidos, al considerar que piratas informáticos afines al gobierno de Beijing están detrás de ataques y hackeos a empresas estadounidenses que desarrollan vacunas e investigación para combatir el coronavirus.
Según información de la agencia AP, «la acusación incluye cargos de robo de secretos comerciales y conspiración de fraude electrónico contra los piratas informáticos, que según los fiscales federales robaron información no solo para su beneficio personal, sino también que sabían que sería de interés y valor para el gobierno chino».
Los antecedentes confirman que son dos los ciudadanos chinos acusados, en una posibilidad de extradición bajísima para enfrentar a la justicia de Estados Unidos y que comenzaron el pirateo hace más de 10 años, con objetivos que incluyen compañías farmacéuticas, solares y de dispositivos médicos, pero también disidentes políticos, activistas y clérigos en Estados Unidos, China y Hong Kong, dijeron las autoridades federales.
«China ahora ha tomado su lugar, junto con Rusia, Irán y Corea del Norte, en ese vergonzoso club de naciones que proporcionan un refugio seguro para los ciberdelincuentes a cambio de que esos delincuentes estén ‘de guardia’ para trabajar en beneficio del estado, aquí para alimentar el hambre insaciable del partido comunista chino por la propiedad intelectual ganada con esfuerzo por las compañías estadounidenses y no chinas, incluida la investigación de COVID-19 «, dijo en un comunicado el fiscal adjunto John Demers, el principal funcionario de seguridad nacional del Departamento de Justicia.
«Hay literalmente cientos de millones de dólares en secretos comerciales, propiedad intelectual y otra información valiosa que ha sido robada», dijo William Hyslop, el fiscal estadounidense para el Distrito Este del estado de Washington.
No hay antecedentes por ahora que indiquen el éxito en la misión de hackeo de los piratas informáticos chinos.