Un reciente estudio de la Universidad de Southampton demostró que la erosión de la capa de ozono causó un evento de extinción hace 360 millones de años, que mató a gran parte de las plantas y la vida acuática de agua dulce de la Tierra.
Los científicos probaron que los rayos ultravioletas (UV) colapsaron los ecosistemas forestales y mataron a muchas especies de peces y tetrápodos al final del período geológico del Devónico, hace 359 millones de años.
Esto en contraposición con otras grandes extinciones masivas que se han dado por erupciones volcánicas y por el asteroide que golpeó a los dinosaurios hace 66 millones de años.
El colapso del ozono ocurrió cuando el clima se calentó rápidamente luego de una intensa Edad de Hielo y los investigadores sugieren que la Tierra por estos días podría alcanzar temperaturas comparables, posiblemente desencadenando un evento similar. Sus hallazgos se publican en la revista Science Advances.
Para hacer la investigación se recolectaron miles de muestras de roca en la zona montañosa de Groenlandia y en el lago Titicaca en Bolivia, que habrían tenido condiciones áridas en la época del Devónico.
Una vez en el laboratorio estas muestras las rocas se disolvieron en ácido fluorhídrico, liberando esporas de plantas microscópicas (como polen, pero de helechos como plantas que no tenían semillas o flores) que se habían conservado durante cientos de millones de años. En un examen microscópico, los científicos descubrieron que muchas de las esporas tenían espinas extrañamente formadas en su superficie, una respuesta a la radiación UV que dañó su ADN. Además, muchas esporas tenían paredes pigmentadas oscuras, que se cree que son una especie de ‘bronceado’ protector, debido a los niveles de UV aumentados y dañinos.
El profesor John Marshall, de la Escuela de Ciencias del Océano y de la Tierra de la Universidad de Southampton, comentó que, «nuestro escudo de ozono desapareció por un corto tiempo en este período antiguo, coincidiendo con un breve y rápido calentamiento del Tierra. Nuestra capa de ozono está naturalmente en un estado de flujo, que se crea y pierde constantemente, y hemos demostrado que esto también sucedió en el pasado, sin un catalizador como una erupción volcánica a escala continental».