Un informe del New York Times desnuda lo que siempre se ha sabido, que los apoyos en política nunca son gratis o por mera simpatía y que el entusiasmo de Elon Musk por la campaña de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos tenía algo oculto.
«Quería que Trump contratara a algunos empleados de la compañía de cohetes de Musk, SpaceX, como altos funcionarios del gobierno, incluso en el Departamento de Defensa, según dos personas informadas sobre las llamadas», sostiene el NYT.
Pero el Times no solo deja de manifiesto que tener gente cercana en influencia al Estado es beneficioso ahora o en el futuro, ya que desde hace años que las compañías de Elon Musk se benefician de acuerdos con el gobierno central.
«Las seis empresas que supervisa Musk están profundamente enredadas con las agencias federales. Ganan miles de millones con contratos para lanzar cohetes, construir satélites y proporcionar servicios de comunicaciones basados en el espacio», sostiene el NYT.
El New York Times también se aventura con algo más categórico, que sea el mismísimo Elon Musk quien obtenga un puesto en el gobierno de Trump.
«Musk incluso podría obtener el poder de supervisarlos él mismo, si Trump cumple su promesa de nombrarlo jefe de una comisión de eficiencia del gobierno. Trump le ha dicho a Musk que quiere que traiga al gobierno federal el mismo bisturí que llevó a Twitter después de que compró la compañía y la rebautizó como X. Musk ha hablado de recortar al menos 2 billones de dólares del presupuesto federal», cerró el informe.