Después de exitosas pruebas en Estados Unidos en al menos dos pacientes, y la luz verde para comenzar a trabajar en Canadá, Neuralink se está entusiasmando con el negocio de los implantes cerebrales.
Y en esa ruta, Elon Musk pidió que se mueva el mercado laboral de su incipiente industria.
Neuralink está buscando contratar técnicos de fabricación y especialistas en microfabricación y publicó las ofertas de trabajo en su sitio web esta semana. También realizó múltiples eventos de contratación en sus instalaciones en California y Texas este mes, según una revisión de las publicaciones de LinkedIn de los reclutadores e ingenieros de Neuralink.
Los roles ayudarán a «impulsar la producción», según una publicación. «Serán fundamentales para aumentar la producción y acelerar el progreso hacia nuestro objetivo de restaurar la autonomía de aquellos con necesidades médicas insatisfechas», se lee en otra publicación.
A los técnicos de fabricación en Texas se les pagaría una tarifa plana de 22 dólares por hora para producir implantes cerebrales y accesorios, y se les exige que trabajen «horas extendidas y fines de semana, según sea necesario». En California, a los técnicos se les pagaría entre 28,85 y 44,23 dólares por hora para fabricar el robot quirúrgico R1, que está diseñado para automatizar completamente la implantación de la interfaz cerebro-computadora de Neuralink.
La empresa recibió la autorización de la FDA en mayo de 2023 para iniciar ensayos en humanos. Hasta el momento, ha informado de la implantación del dispositivo en dos pacientes humanos.