El megalodón es considerado el ancestro gigante de los tiburones que conocemos hoy en día. Pese a que, en los últimos años, el cine y la literatura ha exagerado sus proporciones, sí tenía un tamaño considerable, que llegaba a los 15 metros de largo.
De hecho, esta criatura era capaz de dar a luz a crías que eran más grandes que la mayoría de los humanos adultos.
De acuerdo con una investigación reciente, las crías alcanzaban este tamaño porque eran caníbales y comían los huevos sin eclosionar en el útero. Dicho de otra forma, se comían a sus hermanos que no nacían.
El estudio, publicado en Historical Biology, también arroja información sobre la biología reproductiva, el crecimiento y la esperanza de vida del megalodón.
Una de las principales conclusiones a las que llegaron los investigadores es que al nacer el megalodón ya era considerado un pez grande.
“Como uno de los carnívoros más grandes que jamás haya existido en la Tierra, descifrar tales parámetros de crecimiento de megalodón es fundamental para comprender el papel que juegan los grandes carnívoros en el contexto de la evolución de los ecosistemas marinos”, explicó Kenshu Shimada, palebiólogo de la Universidad DePaul, en Chicago.
Si bien tener hijos de gran tamaño le significaba a la hembra un importante gasto de energía, esto tenía una explicación, ya que gracias a su tamaño, los recién nacidos podían protegerse de mejor manera ante el ataque de predadores.
Por último, y basándose en los restos de un megalodón que se conservan en el Instituto Belga de Ciencias Naturales de Bruselas, esta especie era capaz de vivir entre 88 y 100 años.
Por lo tanto, se estima que el ejemplar estudiado tuvo una muerte prematura, ya que se calculan unos 46 años.