Un increíble hallazgo realizó un grupo de científicos sobre el vuelo de los cóndores, ya que descubrieron que pueden viajar alrededor de 172 kilómetros sin hacer ni un solo aleteo, planeando con las alas extendidas.
El estudio, parte de una colaboración entre Emily Shepard y Hannah Williams de la Universidad de Swansea y Sergio Lambertucci en Argentina, utilizó grabadoras de vuelo de alta tecnología en cóndores andinos. Estos registran cada latido y se retuercen y giran en vuelo mientras estas aves rapaces buscan comida.
«Nuestros registros de aleteos individuales en> 216 h de vuelo muestran que los cóndores pueden soportar el vuelo en una amplia gama de condiciones de viento y térmicas, aleteando solo el 1% de su tiempo de vuelo. Este es uno de los costos de movimiento estimados más bajos en vertebrados. Un pájaro incluso voló durante> 5 h sin aleteo, cubriendo ∼172 km. En general,> 75% del vuelo de aleteo se asoció con despegues. El movimiento entre corrientes ascendentes térmicas débiles al comienzo del día también impuso un costo metabólico, con las aves aleteando hacia el final de los deslizamientos para alcanzar corrientes ascendentes térmicas efímeras», sostuvo la investigación.
Lo más importante que se pudo demostrar, es que a partir de la extensión de tiempo y kilómetros sin aleteo que pueden hacer los cóndores en vuelo, también se puede comprobar cómo grandes aves prehistóricas podían mantenerse en el aire.
Hannah Williams, quien ayudó a realizar la investigación mientras estaba en la Universidad de Swansea y ahora es investigadora postdoctoral en el Instituto Max Planck para el Comportamiento Animal, dice: «Las aves voladoras vuelan bajo condiciones climáticas que les permiten permanecer en el aire con el mínimo absoluto de costos de movimiento, pero hay momentos en que estas aves deben recurrir a un vuelo de aleteo extremadamente costoso. Nuestros hallazgos sugieren que las decisiones en vuelo de cuándo y dónde aterrizar y cuándo moverse entre flujos de aire son cruciales, ya que no solo los cóndores deben poder despegar nuevamente después del aterrizaje, sino que los aterrizajes innecesarios aumentarán significativamente sus costos generales de vuelo».
A la luz de estos hallazgos, Williams planea investigar más a fondo el proceso de toma de decisiones en vuelo realizado por los cóndores para comprender cómo estas aves pueden localizar los flujos de aire invisibles que permiten el mínimo absoluto de costos de movimiento, y para eso planean mapear sus rutas. «Usando este mapa, ¿pueden aumentar las probabilidades de tomar decisiones de movimiento eficientes y decidir cuándo y dónde moverse sin errores costosos?. De esta manera podemos entender una de las razones por las cuales las personas pueden moverse juntas por el espacio».