La pandemia del COVID-19 ha afectado a todos por igual, sin importar en que parte del mundo residas, tu edad, sexo o condición social.
Aunque no podemos negar que las “extremas” medidas que se han tomado para evitar la propagación de este virus han funcionado en algunos países, traen consecuencias negativas en la economía de los grandes negocios y en los bolsillos de millones de empleados.
Cientos de eventos deportivos, ferias, centros comerciales y hasta restaurantes, han tenido que cancelar o cerrar sus puertas, para evitar convertirse en un foco de propagación. Y aunque ha sido una decisión inteligente a nivel sanitaria, también ha significado una gran pérdida monetaria. Muchos se preguntan si estas decisiones han tenido consecuencias positivas o negativas para aquellos que trabajan para aplicaciones que ofrecen servicios de transporte, hospitalidad y ayudas como Uber, Lyft, Taskrabbit, Grubhub, Doordash o Rappi.
Tuvimos la oportunidad de hablar con varias personas que trabajan con estos servicios para enterarnos de qué forma el coronavirus ha cambiado sus vidas y en muchos casos, su principal fuente de ingresos.
Viajes compartidos
No hay necesidad de explicar qué hacen Uber y Lyft. Sus conductores son grandes perjudicados en EEUU dado que la recomendación ha sido quedarse en casa.
Sin gente que se desplace al trabajo, a las escuelas y universidades, la cantidad de viajes ha disminuido. “Yo decidí quedarme en casa para no comprometer mi salud”, afirma Sigifredo Jara, un conductor de Uber y Lyft en el área metropolitana de Boston. “Un amigo que también trabaja en esto me comentó que su día estuvo igual que antes de la cuarentena, pero que definitivamente había menos conductores en las calles. Si todos (los conductores) hubiésemos salido, posiblemente su día no hubiera sido bueno”, agrega.
Entrega de comidas a domicilios
En la actualidad, son varias las plataformas que ofrecen servicio de comida a domicilio, como Uber Eats, Postmates, DoorDash, entre otros. Y aunque pudiera pensarse que los choferes se han beneficiado con el encierro de millones de personas en sus hogares, la realidad es otra.
“La verdad es que desde que empezó todo lo del coronavirus, los pedidos han disminuido bastante y me ha tocado trabajar por más horas para tratar de mantener mis ingresos”, comentó Alexis Bolívar, un conductor que trabaja para DoorDash, Grubhub y Postmates en Portland, Oregon.
Para proteger su salud y la de las personas con las que trata, ha tomado algunas medidas de higiene, recomendadas por las mismas plataformas. “Ahora en la aplicación los clientes pueden requerir no tener contacto físico conmigo y solo dejarle la comida frente a la casa, y por supuesto, cuido de mi higiene mucho más que antes”, narra.
Por el momento, Alexis no tiene pensado dejar de trabajar, al menos que se lo prohíban desde la plataforma, sin embargo, trata de mantener las medidas necesarias para evitar posibles contagios del coronavirus.
Otras áreas afectadas
Con la gente quedándose en casa y con la recomendación del distanciamiento social, otros servicios, no necesariamente digitales se han visto afectados. Los paseadores de perros son algunos de los damnificados. Juan Diego Ospina, un paseador de perros en Chicago, indica que en la última semana ha tenido muchísimos menos paseos que antes y que sus ingresos estarían disminuyendo en un 70 por ciento.
Lo mismo sucede en el área de restaurantes y ayudas domésticas a través de plataformas como Taskrabbit.