Un equipo de científicos de Egipto utilizó una tomografía 3D computarizada para revelar, con lujo de detalle, las entrañas del faraón Amenhotep I, momificado y enterrado hace más de 3,000 años.
Los detalles del hallazgo fueron publicados en un artículo fechado el 28 de diciembre de 2021 en la revista Frontiers in Medicine, en el que explican que el cadáver de Amenhotep I no mostró heridas o mutilaciones que pudieran explicar su muerte cuando tenía apenas 35 años.
No obstante, la tomografía computarizada dejó ver otros detalles fascinantes: Amenhotep I tenía una buena dentadura, estaba circuncidado y sus rasgos eran muy similares a los de su padre, el faraón Ahmose I, como un mentón estrecho, nariz pequeña y pelo rizado.
Sahar Saleem, profesora de radiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de El Cairo, y su coautor, el egiptólogo Zahi Hawass, destacan que se trata de la primera vez que se abre el sarcófago del faraón Amenhotep I en 3,000 años. La primera vez, señalan, ocurrió en el siglo XI a. de C., cuando sacerdotes de la dinastía XXI restauraron la momia del faraón Amenhotep I, que había sido profanada por ladrones de tumbas.
“Que la momia de Amenhotep I no se hubiera desenvuelto en la era moderna nos dio una oportunidad única: además de estudiar cómo había sido momificada, averiguamos cómo se trató y enterró siglos después de su muerte por los altos sacerdotes de Amón”, explica la doctora Saleem.
El proceso de tomografía 3D fue descrito por los expertos como un “desenvoltorio digital”. La momia del faraón Amenhotep I fue descubierta en 1881 en el yacimiento arqueológico de Deir el Bahari, al sur de Egipto. Amenhotep I fue el segundo faraón de la dinastía XVII y reinó entre 1525 y 1504 antes de Cristo.