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Un año de los celulares plegables: entre fallas y dudas

En estos momentos, la industria de celulares ya está viendo la segunda generación de smartphones plegables de algunos fabricantes, luego de una primera generación que parecía más de prueba y error, sobre todo porque presentó fallas de hardware que, al final, afectaron el funcionamiento de sus unidades.

Samsung Galaxy Fold desplegando distintas aplicaciones
Marta Villalba/Digital Trends

De las grandes tecnológicas, Samsung dio el primer paso y mostró avances de un teléfono flexible con su Infinity Flex Display, en su conferencia para desarrolladores de 2018, sin embargo, en noviembre de ese año, ya se hablaba del primer celular plegable del mundo, el FlexPai, de parte de Royale Corporation.

La compañía surcoreana –Samsung– tuvo una reacción rápida sobre los problemas que presentaba el que se conocería posteriormente como Galaxy Fold, especialmente en su pantalla, después de que diversos especialistas de los medios de comunicación los reportaran.

El smartphone, al final, no se lanzó cuando lo había marcado la firma, en el primer cuatrimestre de 2019. La empresa trabajó en reforzar su display con el fin de disminuir el pliegue que se formaba después de doblar el móvil unas 10 mil veces. Fue hasta el último cuatrimestre del mismo año que un remozado Galaxy Fold se puso a la venta en unos contados países, incluyendo a Estados Unidos.

Huawei no tuvo una historia distinta con su Mate X, su primera unidad flexible que se presentó oficialmente en febrero de 2019. Luego de lo sucedido con el teléfono de Samsung, la marca china retrasó en más de una ocasión la llegada a las tiendas de su móvil. Fue hasta noviembre del año pasado que se comercializó finalmente en China.

Motorola dio un panorama más claro, menos polémico, de lo que debería ser un celular con la capacidad de doblarse con su Razr, presentado en noviembre de 2019 y el cual se basó en el mítico Razr V3 (2004). Eso sí, después vino el resultado demoledor de las pruebas a las que fue sometido: después de un año de uso, podría presentar fallas en su bisagra.

Usuario sosteniendo el Motorola Razr.
Imagen utilizada con permiso del titular de los derechos de autor

Esta generación de smartphones flexibles, conformada principalmente por el Galaxy Fold, Mate X y Razr, tiene la peculiaridad, sí, de ser novedosa, pero también de no pasar esa primera prueba de “resistencia” de los expertos. Su innovadora estructura también parece ser su mayor problema.

De los usuarios no ha habido mucha retroalimentación, pues se trata de una categoría de producto cara, entre los $1,500 y $2,500 dólares, más para quienes puedan gastar esa cantidad de dinero que para los llamados early adopters.

Segunda generación

Galaxy Z Flip sobre una mesa
Imagen utilizada con permiso del titular de los derechos de autor

Otra vez, Samsung y Huawei marcaron la pauta con una segunda generación de smartphones plegables, con los Galaxy Z Flip y Mate Xs, respectivamente. A diferencia del año pasado y tal vez con el aprendizaje de su primer intento en el segmento, su llegada a las manos de los consumidores fue más rápida.

El Galaxy Z Flip, presentado este febrero junto con la serie Galaxy S20, se alejó del diseño del Galaxy Fold y se acercó más al nuevo Motorola Razr. De acuerdo con la compañía surcoreana, las unidades puestas a la venta en Estados Unidos y en Corea del Sur se agotaron rápidamente, pese a su precio: $1,380 dólares.

Con respecto al Mate Xs, desvelado también este febrero y que simplemente se podría considerar como una mejora del primer celular plegable de Huawei (se le añadió el procesador Kirin 990 5G y se reforzó su bisagra), llegará a distintos mercados entre marzo y abril de 2020, con un precio de $2,499 euros (más de $2,700 dólares).

En esta segunda generación, no se ha dejado de mencionar “la mayor resistencia” de los equipos, ya sea por pruebas más extensas o por la incorporación de nuevos materiales como vidrio plegable (Galaxy Z Flip) y circonio (Mate Xs). Sin embargo, ¿los renovados smartphones lograrán pasar de las exigentes manos de los expertos a las de los consumidores para convertirse en toda una tendencia?

En busca de un lugar

Huawei Mate Xs medio plegado
Imagen utilizada con permiso del titular de los derechos de autor

¿Los celulares plegables están mejorando o complicando la experiencia final del consumidor? Por el momento, no se tiene una respuesta certera. Lo que sí queda de manifiesto es que los usuarios deben hacer malabares para abrir o plegar este tipo de smartphones, sin importar si se trata del formato de los Galaxy Z Flip o Motorola Razr, o del Mate Xs; y aprender una nueva forma de interactuar con un móvil, sobre todo si quieren sacarle el mayor provecho a la pantalla que puede desplegar más de una app al mismo tiempo.

Si se deja de lado su aspecto más innovador y, al mismo tiempo, más problemático –el hecho de que se puedan “doblar”–, no son muy diferentes a los celulares inteligentes con pantalla “rígida”. Tal vez por eso no sorprende la respuesta categórica que dieron algunos estadounidenses sobre si planean comprar un equipo plegable.

PCMag entrevistó a 11 mil 347 usuarios de aquel país y el 82 por ciento afirmó no tener la intención de adquirir un móvil flexible (el 16 por ciento dijo estar indeciso, mientras que solo el 2 por ciento contestó con un “sí”).

Además, el 30 por ciento consideró que los diseños de los teléfonos plegables son “algo” necesarios, en tanto que el 28 por ciento manifestó que son “muy innecesarios”. En un punto a su favor, la mayoría (56 por ciento) contestó que un celular regular sufriría más daño que un plegable si se dejara caer al suelo.

Aún es necesario ver más propuestas por parte de otros grandes de la tecnología para saber si los smartphones flexibles son una apuesta en serio. Por ahora, parecen más un intento de la industria, sin mucho éxito, por ser diferente, por llamar la atención de un usuario que cada vez se deja sorprender menos. La moneda está en el aire.

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Luis Miguel Paredes
Luis Miguel Paredes tiene interés en temas como computación, Motorola, Netflix, YouTube, Telegram, WhatsApp y Huawei…
Google hace algo inédito con Emily en París de Netflix
Lily Collins y Lucien Laviscount caminan abrazados por las calles de París en una escena de la serie Emily in Paris de N etflix.

Posiblemente todo lo que Lilly Collins se coloque en Emily en París de Netflix, tiene el potencial de convertirse en un ingreso de dinero para Google, ya que los de Mountain View están haciendo algo inédito.

En un acuerdo publicitario multifacético, Google se convertirá en el patrocinador principal de Emily In Paris, incluida la cuarta temporada recién estrenada, así como temporadas anteriores.
Además, todos los miembros de Netflix (independientemente de si están en el plan de publicidad o no) podrán usar Google Lens para escanear los looks de Emily de la temporada y ser dirigidos a artículos de moda similares que pueden comprar.
La asociación incluirá el patrocinio del título, anuncios de pausa que alienten a los usuarios a usar Google Lens para escanear la pantalla y anuncios comerciales de 15 segundos, en los que Lily Collins repetirá su papel de Emily usando Google Lens para ayudar con las compras de moda.
"Estamos encantados de asociarnos con Netflix y Emily in Paris para llevar la alegría de comprar directamente a tu pantalla", dijo Stephanie Horton, directora senior de marketing y comercio de consumo global de Google. "Con Google Lens, puedes convertir la pantalla de tu televisor en tu pasarela personal, comprando sin esfuerzo la moda del mundo en un solo lugar. Solo tienes que hacer una foto con tu teléfono y desbloquear un mundo de estilo e inspiración".
"Esta campaña ha sido increíblemente divertida y emocionante de dar vida, con la asociación perfecta entre la serie favorita de los fanáticos de Netflix, Emily in Paris, y Shop with Google", agregó Magno Herran, vicepresidente de asociaciones de marketing. "Al aprovechar orgánicamente el fandom del programa y aprovechar formatos atractivos, ofrece a nuestros miembros una experiencia creativa y entretenida y muestra a nuestros socios la amplitud con la que podemos construir estas oportunidades únicas con ellos".

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5 consideraciones de por qué la inteligencia artificial podría estar sobrevalorada
ChatGPT: qué es y cómo usar el chatbot del que todo el mundo habla.

¿La inteligencia artificial está sobrevalorada? ¿Qué tal si inadvertidamente frente a nosotros se ha gestado la próxima gran crisis financiera? Bueno, varios se han hecho la pregunta. Hace poco me encontré con esta publicación de Greg Rosalsky, anfitrión del podcast Planet Money para NPR. Recomiendo totalmente que lo escuches si la pregunta que abre este artículo te parece relevante. A mí, un reportero de tecnología que prácticamente escucha, lee o quizá prueba alguna nueva aplicación supuestamente basada en inteligencia artificial, me da la impresión de que efectivamente lo está, y ruego que lo segundo no ocurra jamás. Como sea, después de escuchar su podcast y leer este artículo, quiero resumir los aspectos que me parecen más llamativos sobre por qué, efectivamente, la inteligencia artificial está sobrevalorada.
En realidad no es inteligente

¿Todos hablan de ChatGPT, cierto? Aunque actúa como un sistema que puede responder prácticamente la pregunta que le hagas, este y otros modelos de lenguaje actúan como una especie de agregador de lo mejor que pueden hallar en internet y lanzarlo a un recuadro de texto de forma más o menos coherente y legible. Si preguntas cuestiones básicas como qué es la religión o le pides escribir un artículo sobre todo lo que se sabe del iPhone 15, lo más probable es que los resultados parecerán excelsos. Pero si le preguntas alguna cuestión moralmente compleja y que involucre cierta verificación de datos lo más probable es que termine lanzando alguna barbaridad.
Su “fuente” de inteligencia se está agotando o ya le está cobrando
Fuera del medio tecnológico y económico el caso no ha tenido gran resonancia, pero varias compañías de medios de comunicación, por ejemplo The New York Times, comenzaron a demandar a empresas como OpenAI por utilizar sus artículos como “alimentos” para su modelo de lenguaje. 

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La generación Z no está contenta en sus trabajos, pero aman la IA
generacion z no esta contenta en sus trabajos pero confian ia generaci  n con robots

Un estudio realizado por Samsung, confirma algunas tendencias de la Generación Z y su relación con la inteligencia artificial y la manera en que la llevan en práctica en el trabajo.

Basado en una encuesta realizada a la Generación Z (n=5.048) y a la Generación Z (n=2.004) en Francia, Alemania, Corea, Reino Unido y Estados Unidos, El efecto AI-Preneur 2024: cómo la Generación Z y la tecnología de la próxima generación están transformando la cultura laboral refuerza la tendencia al alza de las actividades empresariales entre esta generación.

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