La Matrix, así se hacía llamar una peligrosa red encriptada, que servía como enlace de comunicación para las empresas criminales, que apoyaban actividades ilegales como el tráfico de drogas, el tráfico de armas y el lavado de dinero.
Los mensajes en la plataforma revelaron colaboraciones criminales a través de las fronteras, con usuarios ubicados principalmente en el sur de Europa y conversando en 33 idiomas. El servicio ofrecía un ecosistema de aplicaciones, que incluía mensajería cifrada, videollamadas, seguimiento de transacciones y navegación anónima. Los dispositivos precargados con el software Matrix se vendieron exclusivamente a personas examinadas a precios que oscilaban entre los 1.300 y los 1.600 euros por suscripciones de seis meses.
Y ahora, autoridades holandesas y francesas, con el apoyo de Europol y Eurojust acaban de incautar y desmantelar el servicio.
Durante la operación, las fuerzas del orden interceptaron y analizaron más de 2,3 millones de mensajes, obteniendo una visión sin precedentes de las actividades delictivas mundiales. La plataforma, considerada sucesora de EncroChat, Sky ECC y ANOM, fue incautada tras una intensa investigación que duró varios años.
Su infraestructura se centró principalmente en Francia y Alemania, mientras que las operaciones fueron gestionadas desde España por un ciudadano lituano de 52 años identificado como propietario de la plataforma. Junto a él, un sospechoso holandés de 30 años fue detenido por su presunta participación tanto en la operación del servicio como en el tráfico internacional de cocaína. Ambos arrestos se realizaron en Marbella, España, a petición de las autoridades holandesas.
Las fuerzas del orden ejecutaron seis registros en España, incautando bienes valorados en más de 15 millones de euros, junto con 145.000 euros en efectivo, 500.000 euros en criptomonedas, 970 dispositivos y varios vehículos. Al mismo tiempo, se llevaron a cabo seis registros adicionales en Lituania.