El análisis de fósiles dentales del primate Microsyops latidens, que datan de hace unos 54 millones de años, muestran las primeras evidencias de caries en mamíferos.
El estudio fue publicado en la revista Scientific Reports y muestra las caries probablemente producidas por una dieta generosa en frutas u otros alimentos con alto contenido de azúcar.
Los restos de esta especie se han estudiado desde hace varios años. Antes, se habían detectado pequeños agujeros en los dientes, que se pensaba podían deberse a daños físicos producidos antes de la desaparición del mamífero.
“Estos fósiles han permanecido durante 54 millones de años y en ese tiempo pueden ocurrir muchas cosas”, explica Keegan Selig, autor principal del estudio.
“Creo que la mayoría de la gente asumió que estos agujeros eran algún tipo de daño que ocurrió con el tiempo, pero siempre se produjeron en la misma parte del diente y consistentemente tenían esta curva suave y redondeada”.
Los investigadores realizaron un nuevo análisis de los dientes de mil ejemplares de M. latidens y utilizaron escáneres micro-CT que les permitieron ver dentro de los dientes.
Al hacerlo, el equipo de científicos confirmó la existencia de caries en 77 de ellos, lo que supone la mayor y más temprana muestra conocida de caries dentales en un mamífero extinto.
Una de las principales conclusiones es que este animal llegó a depender más de las frutas y de otros alimentos ricos en azúcar que le proporcionaban grandes cantidades de energía.
“Comer fruta se considera uno de los rasgos distintivos de lo que hace únicos a los primates primitivos”, señalan los autores.
“Si eres un pequeño primate que corre por los árboles, querrías comer alimentos con un alto valor energético. También es probable que no les preocupara tener caries”, concluyeron.