A veces la realidad supera la ficción y en China la vida cada vez se asemeja más a un capítulo de Black Mirror.
El fabricante de cámaras Canon ideó un plan un tanto discutible para motivar a sus empleados en sus puestos de trabajo. Y es que según recoge un reporte de The Finantial Times, la empresa instaló en las oficinas de su filial china Canon Information Technology un circuito de cámaras con tecnología de “reconocimiento de sonrisas”. Este sistema utiliza la inteligencia artificial (IA) para reconocer si un trabajador que se sitúa delante de la cámara está o no sonriendo. En caso afirmativo, le permite acceder a su puesto de trabajo y de lo contrario, si no esboza una gran sonrisa antes de entrar, la puerta no se abrirá.
El medio fuente también describe el modo en el que las compañías chinas (no solo Canon) controlan a sus empleados mediante herramientas basadas en IA y algoritmos. Instalan programas en los equipos de sus empleados para medir su productividad e incluso rastrean sus movimientos fuera de la oficina mediante aplicaciones móviles.
Pero la distopía en el entorno laboral no es exclusiva de China. Sin ir más lejos, hace unas semanas supimos que Amazon, el gigante del comercio electrónico, había tenido la g̶e̶n̶i̶a̶l̶ idea de habilitar cabinas de meditación para que sus estresados empleados puedan escaparse un rato de sus tareas y despejar la mente. Dentro de las cabinas hay computadoras con las que los trabajadores pueden realizar prácticas dirigidas de relajación o de atención plena (conocidas como mindfullness).