Un grupo de investigadores descubrió el primer cangrejo de la era de los dinosaurios del Cretácico conservado en ámbar.
El estudio, cuyos resultados fueron publicados en Science Advances, usó la microtomografía computarizada para examinar y describir al Cretapsara athanata.
La muestra se encuentra en perfectas condiciones y exhibe incluso su anatomía, pues destacan las branquias del crustáceo de manera casi intacta.
Este hallazgo ha sido aplaudido por la comunidad científica, ya que arroja luces de cómo los cangrejos terrestres se separaron de sus parientes marinos y migraron a otros ecosistemas en el pasado.
“El ejemplar es espectacular, es único en su género. Está absolutamente completo y no le falta ni un solo pelo del cuerpo, lo cual es notable”, destaca Javier Luque, autor principal e investigador del Departamento de Biología Organística y Evolutiva de la Universidad de Harvard.
Los investigadores eligieron el nombre de Cretapsara athanata, que quiere decir espíritu cretácico inmortal de las nubes y las aguas, en honor al Cretácico, periodo geológico durante el cual vivió este cangrejo, y a Apsara, un espíritu en la mitología del sur y el sudeste asiático.
“Este estudio está haciendo retroceder en el tiempo la cronología del origen de muchos de estos grupos. Cada fósil que descubrimos desafía nuestras ideas preconcebidas sobre el tiempo y el lugar de origen de varios organismos, lo que a menudo nos hace mirar más atrás en el tiempo”, agregan los científicos.
Ahora, los investigadores quieren llevar a cabo más estudios para conocer mayores detalles sobre este increíble y prehistórico espécimen de cangrejo.