Este domingo se realizaron las elecciones presidenciales en Chile. En estas se decidió que los candidatos José Antonio Kast y Gabriel Boric pasarán a segunda vuelta, la cual tiene fecha para el 19 de diciembre y definirá quién será el presidente para el periodo 2022-2026.
En esta instancia, en la que más de siete millones de votantes asistieron a sufragar, Kast, del Partido Republicano, obtuvo un 27.9 por ciento de los votos, mientras que Boric, del Partido Convergencia Social, consiguió un 25.8.
Sin embargo, a pesar de haber quedado fuera del proceso electoral, lo que llamó la atención fue quién obtuvo el tercer lugar: Franco Parisi. El candidato del Partido por la Gente se impuso con un 12.8 por ciento de los sufragios.
Parisi, quien es ingeniero comercial y reside en Alabama, Estados Unidos, mantiene una denuncia por deuda de pensión alimenticia en su contra. Debido a eso, un tribunal de familia de Santiago, Chile, emitió una “orden de arraigo” contra el candidato, la cual le impediría salir del país si vuelve. Además, tiene una declaración pendiente por una investigación penal en su contra a raíz de un negocio inmobiliario.
Entonces, Parisi no ha pisado tierra chilena desde 2020 a pesar de haber prometido que lo haría reiteradas veces, por lo que realizó su campaña completamente desde el extranjero. Asimismo, no participó en los debates presidenciales (a los cuales los otros seis candidatos acudieron) y tampoco fue a votar el día de las elecciones, ya que su lugar de votación queda en Santiago.
Pero lo que sorprende a una gran parte de la población es cómo un candidato con ese historial logró obtener tantos votos, y sus claves tienen que ver con el uso intensivo de las redes sociales y las plataformas digitales.
Parisi y su campaña digital
El éxito de Parisi se basó en una fuerte campaña digital con contenido en internet. Si bien en las semanas anteriores a las elecciones aumentó considerablemente la cantidad de seguidores en su cuenta de Instagram (aproximadamente 50,000 personas), su campaña se realizó principalmente a través de Facebook y YouTube.
En estas plataformas Parisi se dedicaba a analizar la contingencia y dar a conocer sus propuestas mediante reiteradas transmisiones en vivo, en las que generalmente aparecía con un fondo de pantalla del Palacio de La Moneda (la sede de la presidencia en Chile) o con una bandera del país.
Asimismo, todos los martes emitía por internet un programa llamado Bad Boys: los que incomodan a la élite en compañía de tres de sus colaboradores, además de La Gira del Candidato, el cual llevaba a cabo junto a candidatos a parlamentarios y consejeros regionales de su partido.
Por otro lado, a pesar de que no participó en los debates oficiales generados por la Asociación Nacional de Televisión (Anatel) —ya que en este se exige que los candidatos se encuentren físicamente en el lugar, en igualdad de condiciones— aprovechó el último para realizar una transmisión de forma paralela, en el cual comentó los dichos de los candidatos que sí participaron.
Esta transmisión se realizó en PDG Live, un página de Facebook complementaria al perfil oficial del Partido por la Gente dedicada exclusivamente a las transmisiones en vivo del candidato, así como en el canal de YouTube del bando.
En ese momento, los seguidores de Parisi hicieron una campaña del encuentro con el hashtag #ParisiEnElDebateAnatel en redes sociales, especialmente Twitter. La etiqueta era un símbolo de “protesta” por la ausencia del candidato en el debate oficial.
Así fue como Parisi logró transformar los me gusta en votos, al atraer usuarios que compartían su contenido y generar comunidad en espacios virtuales (algo que a Mark Zuckerberg le encantaría que sucediera con su nuevo proyecto Meta).
¿Cuál es el perfil del votante de Parisi?
Los académicos dicen que el nicho clave de sus votantes está en redes sociales, pero no en cualquiera, sino precisamente en Facebook.
“Yo en todos los grupos en que estoy metido [en Facebook]… de feria de las pulgas, de arreglo de autos, en cualquier grupo, Parisi parecía ser el candidato de consenso”, comentó el antropólogo social e investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Pablo Ortúzar, a EmolTV.
“La política chilena está muy capturada por Twitter e ignora el mundo de Facebook, y vemos que una campaña de Facebook puede sacar 15 por ciento, mientras las campañas en Twitter nada. Twitter es un mundo totalmente elitista y ensimismado y con unos discursos morales elevadísimos […] Van a tener que ponerle más atención a Facebook parece”, agregó el antropólogo.
Cabe mencionar que Parisi se hizo conocido en 2011 cuando condujo el programa de televisión Los Parisi: el poder de la gente, junto a su hermano, Antonino. Luego, compitió para llegar a la presidencia en 2013, cuando obtuvo el cuarto lugar y consiguió 10 por ciento de los votos.
“Parisi logró mantener la base de votantes que generó en 2013, donde también obtuvo una importante votación, dirigiendo a sus votantes a través de redes sociales como si fueran una tribu y él su líder”, afirmó Cristian Valdivieso, director de la compañía de investigación de datos Criteria, a La Tercera.
Sin embargo, las redes sociales son un arma de doble filo. Estas trabajan con algoritmos que hacen que los usuarios sigan a otros con intereses comunes, y así esta fomenta su percepción y la de las personas a quienes siguen, sin darle cabida a una visión más general del panorama.
Además, está el tema de las noticias falsas, ya que cualquier persona puede publicar contenido sin tener una fuente confiable. Así que, desde ese punto de vista, las redes sociales pueden ser riesgosas y tener un impacto negativo en la toma de decisión de los votantes.
Por esa razón, Roberto Izikson, gerente de asuntos públicos de la empresa de datos Cadem, considera que el hecho de que Parisi no estuviera en Chile o las denuncias en su contra no tuvieron efecto entre sus seguidores.
“Creo que este electorado no es un gran consumidor de información política, no se informa por los medios tradicionales, sino que se informa probablemente a través de redes sociales y de otros que también siguen a Parisi. Y, por lo tanto, no se van a informar del tema de la pensión alimenticia o van a considerar que todas las acusaciones contra Parisi son falsas, que es una campaña orquestada por la política tradicional para hacerle daño”, afirmó Izikson.
Bajo esa mirada, Juan Pablo Luna, académico de la Escuela de Gobierno y del Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad Católica, hace ver que las promesas de campaña de Parisi —como las transferencias monetarias al electorado, por ejemplo— son “mensajes bastante simples y muy efectistas, que no han podido ser contrastados, porque el candidato no está en Chile, no participa de los debates y habla desde sus redes sociales sin ser contradicho o interrogado”.
Finalmente, según un estudio de Pulso Ciudadano, la mayor parte del electorado de Parisi son hombres (63.7 por ciento) y la mayoría tiene entre 18 y 30 años (33.7 por ciento). Estos pertenecen al grupo socioeconómico D, cuyo ingreso promedio es de $685 dólares, y al grupo C3, quienes ganan cerca de $1,100 dólares. Además, 80.6 por ciento de sus votantes no tiene una posición política definida.
Los expertos afirman que los votantes de Parisi “reflejan la antipolítica” y “rechazan la política tradicional”. De hecho, el mensaje que más sobresalía en la franja electoral del candidato era que “no pretende posicionarse ni a la derecha ni a la izquierda, pero sí cerca de las exigencias de las personas”.
A pesar de todas las bromas que los internautas le hicieron al candidato con relación a los espacios virtuales —mencionando juegos como The Sims, Second Life y Habbo— Parisi movilizó a 899,403 personas a que votaran por él, lo cual no es una hazaña menor.
Y como se trata de una cifra tan alta, ahora todos los ojos están puestos en estos ciudadanos: ¿votarán por Boric o Kast en la segunda vuelta? Como sea, los adherentes de Parisi jugarán un rol decisivo en las elecciones presidenciales del domingo 19 de diciembre.