Basta con escuchar la palabra «cabaña» para evocar un lugar en el medio del bosque o la montaña, donde uno puede alejarse del bullicio moderno, relajarse y descansar, aunque parecería que cada vez es más difícil encontrar un lugar apartado y silencioso, donde simplemente se pueda disfrutar de la naturaleza y recuperar esa sensación de tranquilidad y descanso.
Muchas personas deciden apartarse tanto como pueden del ruido de las grandes ciudades, pero algunos se van a un extremo. Y en este caso, eso dio lugar a una espectacular creación: una moderna cabaña construida en la cima del Monte Kanin, en Eslovenia.
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Con vistas de 360 grados que abarcan increíbles paisajes que rodean a Italia y Eslovenia, esta cabaña está en un lugar tan alejado que solo se puede llegar a ella por helicóptero, a no ser que quieras escalar ese monte por un par de días para visitarla.
Diseñada por Ofis Arhitekti, una firma de arquitectura basada en Ljubljana, esta cabina única del Monte Kanin está construida casi en su totalidad de aluminio y madera. Para alcanzar una ubicación visual que no tenga competencia, la empresa optó por situar la cabina en un acantilado con vistas a la montaña eslovena Triglav, el mar Adriático, y el valle de Soca.
La cabina Kanin fue prefabricada en otro lugar y trasladada en secciones con la ayuda de las Fuerzas Armadas de Eslovenia. «La construcción y el transporte de materiales para esta cabaña fue una tarea extremadamente difícil,» dice el sitio del proyecto de OFIS Arhitekti.
«El transporte fue realizado por la tripulación de un helicóptero de las Fuerzas Armadas eslovenas. Por el mal tiempo y las turbulencias inesperadas, la cabaña solo pudo ser colocada y fijada en el sitio en el tercer intento. Sin embargo, el reto del proyecto es justamente obtener nuevos conocimientos a través de las condiciones climáticas inesperadas.» –concluye el comunicado.
Dentro de la cabaña se pueden ver tres áreas para el uso de los huéspedes. El dormitorio está en la parte superior y tiene tres camas elevadas. La presencia de masivas ventanas que van desde el suelo hasta el techo permite que una abundancia de luz natural inunde toda la cabina durante el día, mientras que proporciona un área de incalculable valor visual y de observación científica.
El producto final ofrece algunas de las vistas más impresionantes que uno puede imaginar, y quienes estuvieron allí dicen que las fotografías no les hace justicia. Lo que es quizás aún más impresionante es el hecho de que la cabina fue construida enteramente gracias a dinero y materiales donados, y fue montada, transportada, y fabricada por voluntarios.
Gracias a este trabajo, las personas con el valor suficiente para enfrentarse a las condiciones del Monte Kanin podrán disfrutar de una experiencia diferente a cualquier otra en el mundo.