Dos tipos de babosas marinas, recientemente descubiertas por un equipo de científicas en Japón, acaban de resignificar aquella frase de “dejarlo todo para empezar de nuevo”. Y es que estos moluscos tienen la extraordinaria capacidad de desprender la cabeza de sus cuerpos para regenerar uno completamente nuevo.
Las investigadoras describen este fascinante hallazgo en un artículo publicado en la revista Current Biology, en la que dan cuenta de este mórbido comportamiento observado en las babosas Elysia cf. marginata y Elysia atroviridis.
Las expertas todavía no descifran qué hace que estos especímenes de babosas marinas realicen semejante comportamiento, aunque tienen como hipótesis que el mecanismo tiene como objetivo regenerar un cuerpo que había sido infestado por parásitos o incluso uno que quedó atrapado en una enredadera de algas marinas.
“La autonomía mostrada es notable porque lograron sobrevivir perdiendo prácticamente todo su cuerpo, incluido el corazón”, destacan las expertas en la introducción a su estudio.
Yoichi Yusa, una de las investigadoras firmantes, indica que el proceso se realiza en varios días, aunque el desprendimiento de la cabeza del cuerpo sucede en un par de horas. Las babosas regeneran su cuerpo por completo en 20 días, incluidos órganos vitales como el corazón y su aparato reproductivo.
Para observar este peculiar comportamiento, las investigadoras realizaron experimentos en los que amarraron los cuerpos de seis babosas con hilo nailon para simular una situación de peligro. Al realizar la acción, notaron que cinco de ellas desprendieron su cabeza.
Más cerca de las plantas que de los lagartos
Las investigadoras subrayan que el comportamiento de desprender miembros del cuerpo –autotomía– no es único de las babosas marinas. De hecho, es un mecanismo conocido en vertebrados como lagartos o artrópodos como arañas. Sin embargo, el mecanismo de supervivencia empleado por las babosas es único.
Las expertas apuntan que las cabezas de las babosas son capaces de sobrevivir por varios días gracias a la ingesta de algas ricas en cloroplastos que, consideran, podrían integrarse a la cabeza de la babosa. Este fenómeno es conocido como cleptoplastia.
“El mecanismo se desconoce actualmente. Pero creemos que existen células madre para la regeneración”, dijo la académica Yusa al portal Inverse.
De cara al futuro, las investigadoras planean examinar el particular mecanismo de autotomía a nivel celular.