Un grupo de investigadores de la Universidad Cornell descubrió que las arañas con cara de ogro, llamadas así por sus grandes ojos, tienen una increíble visión nocturna y son capaces, además, de oír a sus presas y depredadores.
De acuerdo a la investigación, que fue publicada en Current Biology, estas arañas utilizan pelos y receptores en las patas para recoger sonidos de al menos dos metros de distancia.
Así podrían detectar sonidos de baja frecuencia provenientes de sus presas, como insectos, además de sonidos de alta frecuencia de depredadores como las aves.
¿Cómo lo descubrieron?
Los científicos también hallaron que, además de atrapar presas en el suelo, estos arácnidos son capaces de agarrar insectos en el aire, lo cual no parece estar relacionado con su visión.
De hecho, para comprobarlo, los investigadores pusieron silicona dental sobre los ojos de las arañas para que no pudieran ver, pero aún así se dieron cuenta de que ellas eran capaces de atrapar insectos no en el suelo, pero sí en el aire.
Así concluyeron que utilizaban un sistema sensorial diferente para cazar insectos voladores, siendo capaces de escuchar a sus víctimas.
Las arañas también reaccionaron a los diferentes tonos y sonidos generados por los autores como parte de la investigación.
«Cuando sonaban frecuencias de tonos bajos, incluso a distancia, golpeaban como si estuvieran cazando un insecto, lo que no hacen con frecuencias más altas», cuenta Jay Stafstrom, uno de los autores.
Ahora, el próximo desafío de los científicos es poner a prueba su audición direccional, es decir, determinar si son capaces de saber de dónde provienen los sonidos.