En octubre del 2017, Google anunció una nueva línea de productos electrónicos para cada aspecto de tu vida: desde dos nuevos celulares, pasando por una cámara inteligente para el hogar, tres bocinas y una laptop llamada Pixelbook.
Seguramente eso ya lo sabías, pero el objetivo de esta nota es resaltar el importante rol que tuvo el mexicano Alberto Villareal en el diseño de esta computadora de alta gama de Google. El Pixelbook pasó no solamente las estrictas miradas de varios equipos de hardware y software, sino que también tuvo que cumplir con los estándares de este destacado diseñador latinoamericano.
Y ya que fue uno de nuestros productos favoritos del año pasado, decidimos entrevistarlo a el y a su equipo para que nos contaran cómo lograron construirlo, pero también hablamos con Villareal, para que nos comentara más sobre su carrera profesional y sobre el desafío que fue crear este dispositivo que funciona con ChromeOS. La entrevista ha sido editada con el fin de brindar mayor claridad.
Cuéntanos un poco sobre tu carrera profesional
Nací en la Ciudad de México. Estudié Diseño Industrial en la UNAM e hice una maestría en Diseño en la Universidad de Umea en Suecia. Empecé a trabajar como freelancer después de graduarme, con algunas empresas de Estados Unidos, como Nike y en un estudio de diseño en San Francisco llamado Lunar Design. Fue ahí donde realmente empezó mi carrera porque empecé a tener cercanía con Silicon Valley y con la industria de tecnología. Después, me fui a México a abrir mi propio estudio más enfocado en la arquitectura de interiores, ya que la clientela en México es diferente, aunque seguía un poco conectado con algunos contactos que hice en Estados Unidos. Ahí surgió la oportunidad de unirme al equipo de diseño de Google, originalmente para los teléfonos Nexus.
Así que en el 2013 me uní a Google. En ese entonces había esfuerzos de hardware en diferentes áreas: estaba el equipo de Chrome, estaba el equipo de Google Glass, estábamos nosotros en Android, y el equipo que hizo Chromecast y la primera bocina de Google. Pero hace aproximadamente dos años, juntamos todos los equipos de hardware en el Hardware Product Area y trabajamos todos juntos.
Has trabajado en varias áreas como la industria automotriz y la arquitectura. ¿Qué te ha sorprendido de esta área en términos de diseño?
Efectivamente, empecé la Maestría en diseño de vehículos y después hice más pasantías en la industria automotriz. Pero después, sentí que los ciclos de desarrollo eran muy largos en esa industria y quise regresar al diseño del producto. Ahí fue cuando empecé a trabajar con Nike y con otras empresas. Pero siempre me ha interesado creativamente estar en diferentes en diferentes industrias y aprender sobre diferentes materiales y tecnologías ya que creo creativamente, eso alimenta mucho la mente.
Entonces, cuando surge la oportunidad de Google se me hace muy interesante por el hecho de estar en una empresa que desarrolla tecnología. Antes de entrar a Google, siempre trabajé como consultor, entonces nunca estaba del lado del cliente. Me llamó mucho la atención la influencia que tiene Google en el mundo. La gran diferencia que veo es que como consultor, muchas veces diseñas o trabajas en el producto durante la parte inicial del proyecto pero el cliente lo desarrolla. Entonces, estando al lado del cliente tienes control sobre el 100 por ciento del producto, desde que lo diseñas hasta que lo pones en el mercado y eso es lo que me fascina estar de este lado, porque puedes controlar el producto exactamente como quieres que salga al mercado.
Trabajar simultáneamente con el equipo de software para desarrollar productos es un gran desafío, y ya que la industria avanza tan rápido, un pequeño cambio puede afectar toda la cadena y podría forzar a empezar desde cero
Requiere de mucha coordinación poder lograrlo y también estar en la punta del desarrollo de ciertas tecnologías le añade más complejidad al problema. Porque muchas veces estás probando una tecnología que es la primera vez que se ha hecho y no sabes si va a funcionar o no. Entonces, obviamente eso requiere mucha coordinación pero creo que es también la gran ventaja que tienen nuestros productos, comparados con empresas que sólo desarrollan el hardware.
Trabajamos por ejemplo en el gesto de apretar el teléfono para el Asistente y fue algo que hicimos en conjunto. Desarrollamos el hardware con el equipo del Asistente trabajando juntos. Tenía mucho sentido integrar algo que fuera tan único y que al mismo tiempo fuera la forma más rápida para el usuario al tener el teléfono en sus manos el simplemente apretarlo para tener acceso al Asistente inmediatamente.
¿Qué tan importante han sido tus raíces mexicanas en tu trabajo y el haber estudiado diseño en Suecia?
Por un lado, en México, la cultura visual es muy intensa muy compleja por las raíces históricas. Por otro lado, en Suecia es totalmente lo contrario. El minimalismo y el uso en colores es muy discreto y es hecho con mucho cuidado. Entonces, cuando regresé a México después de haber estado varios años en Suecia, todo el mundo me decía ¿qué te pasó? ¿Por qué? ¿Por qué estás tan serio? (Hacían estas preguntas) Porque todo era al contrario. Y en Suecia, todo el mundo me decía: “¡wow! ¿Qué onda con los colores que estás usando? ¡son super fuertes!»
Después, trabajé un poco en Alemania y ahora aquí (en los Estados Unidos). Entonces, tengo una cultura visual enriquecida de muchas otras culturas. Pero bueno, el equipo que tenemos aquí es grande y tenemos gente de muchos países. Hoy, encontramos influencias de cultura pop, de moda y diseño de interiores así como tendencias generales ya que estos productos van destinados a muchísimos mercados con diferentes culturas, entonces tenemos que diseñarlos para que sean universales.
Cuéntanos sobre tus proyectos de interés social en México
Cuando estuve en México, fundé un grupo de diseño humanitario trabajando con escuelas, hospitales públicos y desarrollando tecnología básica así como cosas que se necesitaban para mobiliario en escuelas. Es básicamente un esfuerzo humanitario para intentar atender un sector de la población que muchas veces no tiene acceso a lo que se entiende como el diseño por el que debes pagar. Cuando me fui de México, seguí trabajando y unos amigos me ayudaron, pero después de un tiempo, tuve que dejarlo.
¿Qué piensas del diseño en México?
Estamos bien posicionados. De hecho, este año la Ciudad de México es Capital Mundial del Diseño (World Design Capital) y hay muchos eventos que están sucediendo. En arquitectura, es muy interesante ver todo lo que está pasando, así como en diseño de interiores. Actualmente, en México la tecnología es diferente porque obviamente la industria local no es como la que se ve en otros países pero en términos de diseño, hay cosas interesantes.