Eso quizás es lo más brillante y más aterrador de Affetto, un robot creado por científicos japoneses de la Universidad de Osaka, que está programado para sentir dolor y además expresarlo facialmente.
Affetto tiene rostro humano y fue creado en 2018, desde ese año su inteligencia artificial ha querido ser humanizada, para que cuando tenga unos golpes de descarga eléctrica pueda hacer muecas y moverse en evidente insatisfacción.
Para la creación de este androide, se usaron 116 puntos faciales diferentes, con la idea de que el robot pueda sentir y expresar el dolor en su cara.
El investigador principal y profesor del proyecto de la Universidad de Osaka, Minoru Asada, quien también es presidente de la Sociedad de Robótica de Japón, es uno de los principales promotores que las máquinas tiendan a tener la capacidad y la capacidad de sentir moralidad y empatía.
«Todos los objetos sin vida también tienen un alma, y estos incluyen los robots de metal, que no tienen diferencias con los humanos en ese aspecto. Hoy hay menos restricciones entre los objetos y los humanos», sostuvo.
Uno de los objetivos principales de la creación de Affetto y para lo que está diseñado el robot es para lograr implementar un sistema nervioso que pueda provocar que el robot sienta dolor, pueda comprender ese sentimiento y además que identifique el tacto y las posibles consecuencias de determinados estímulos.
De esta forma, al codificar en un androide las emociones humanas, la idea es permitir que los robots en el futuro puedan parecerse cada vez más a sus creadores.
El profesor Asada por su parte cree que, «que los robots serán más efectivos en el vínculo social con los humanos cuando tengan un cuerpo más sensible y expresivo. Es por eso que estoy tratando de desarrollar una cabeza de androide expresiva y sensores táctiles sensibles. Por supuesto, creo que algún día los humanos crearemos robots que son difíciles de distinguir de los humanos».