En un nuevo balance de la situación, Twitter cuantificó el número de cuentas vulneradas el miércoles 15 de julio, cuando sufrió el mayor ataque desde su creación en 2006.
A través de un hilo de tuits publicado a última hora del jueves, la compañía señaló que alrededor de 130 fueron las cuentas afectadas para publicar una estafa ligada con criptomonedas.
Poco después del episodio, medios como Motherboard señalaron que los piratas informáticos tuvieron la colaboración de al menos un empleado de la plataforma.
«Según lo que sabemos ahora, creemos que aproximadamente 130 cuentas fueron atacadas por los atacantes en este incidente de alguna manera», dijo la firma.
Además, aclaró que los delincuentes cibernéticos solo pudieron tuitear desde un «pequeño subconjunto» de esos perfiles.
En otro tuit, dijo que estaba trabajando con los titulares de las cuentas afectadas para ver si los piratas habían robado datos no públicos.
“Esta es una parte importante de la investigación, ya que podría significar que los hackers pudieron ver los mensajes directos enviados y recibidos por las cuentas”, analizó Digital Trends.
En otra publicación, Twitter dijo que también ha adoptado «agresivas medidas» para asegurar sus sistemas mientras analiza sucedido.
«Todavía estamos en el proceso de evaluar los pasos que podemos dar a largo plazo y compartiremos más detalles tan pronto como podamos», complementó.
El incidente tuvo como afectados al expresidente Barack Obama y al casi seguro candidato presidencial demócrata, el exvicepresidente Joe Biden.
Otros afectados fueron el cofundador de Microsoft, Bill Gates; el CEO de Tesla, Elon Musk; el CEO de Amazon, Jeff Bezos, y el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg.
Entre las cuentas corporativas, cayeron las de Apple y Uber, así como de empresas especializadas en criptomonedas, como Binance.
Digital Trends recordó que los piratas informáticos publicaron un tuit que invitaba a los seguidores de cada cuenta a enviar pagos.
De acuerdo con el conteo de Blockchain.com, cerca de 400 personas alcanzaron a transferir un total aproximado de $115,000 dólares antes de conocerse la naturaleza fraudulenta del aviso.
El episodio ha motivado las pesquisas de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos, según informó The Wall Street Journal.
Según planteó el periódico, el incidente ha causado una gran preocupación entre los legisladores, algunos de los cuales temen que vulnerabilidades como esta puedan motivar nuevos y masivos ataques coordinados.
«Twitter, que se dice que coopera con la investigación del FBI, estará interesado en llegar al fondo del incidente y adoptar medidas para evitar que algo similar vuelva a suceder. Si falla, la compañía corre el riesgo de perder la confianza entre su comunidad de alrededor de 320 millones de usuarios activos», puntualizó Digital Trends.