Nueva York ha dado oficialmente un paso importante hacia la regulación del mundo tecnológico, exigiendo a los gigantes de las redes sociales que pongan etiquetas de advertencia en sus plataformas. La nueva ley se dirige a las características que nos mantienen horas en el desplazamiento —cosas como feeds infinitos, vídeos de reproducción automática y algoritmos adictivos— con el objetivo de proteger a los usuarios más jóvenes del desgaste para la salud mental que estas funciones pueden suponer. La gobernadora Kathy Hochul aprobó la legislación el viernes, presentándola como un escudo necesario para los niños en un mundo cada vez más digital.
La represión de Nueva York contra los «feeds adictivos»
Las nuevas normas están dirigidas directamente a lo que el estado llama «piensos adictivos». Esto incluye el desplazamiento interminable de TikTok, los vídeos que se reproducen automáticamente en YouTube y los feeds seleccionados por IA en Instagram diseñados para maximizar la interacción. Según la ley, las plataformas que utilizan estas funciones deben mostrar etiquetas de advertencia claras e imperdibles. Estas alertas advertirán a los usuarios —especialmente a adolescentes y niños— sobre los riesgos para la salud mental, como la ansiedad y la depresión, que conlleva permanecer pegado a la pantalla.

El gobernador Hochul comparó estas advertencias digitales con las etiquetas que vemos en paquetes de cigarrillos o bolsas de plástico. A sus ojos, si advertimos a la gente sobre los riesgos físicos del tabaco o los riesgos de asfixia del envase, deberíamos hacer lo mismo con los riesgos psicológicos de las redes sociales. Es una medida que traslada la responsabilidad de los padres a las propias plataformas, exigiendo transparencia sobre cómo sus diseños afectan realmente al cerebro.
Fuerza legal y una tendencia global
Esto no es solo una sugerencia; Es una ley con consecuencias reales. El Fiscal General de Nueva York ahora tiene el poder de perseguir a las empresas que no cumplan, con multas que pueden alcanzar hasta 5.000 dólares por cada infracción. Aunque la ley solo cubre a los usuarios físicamente ubicados en Nueva York, es una señal enorme para la industria tecnológica de que la era de la «autorregulación» ha terminado efectivamente.

Nueva York se une a una lista creciente de lugares que adoptan una postura más dura respecto a la tecnología. California y Minnesota ya han aprobado leyes similares, y Australia ha causado sensación recientemente al prohibir por completo las redes sociales para menores de 16 años. Se siente como un punto de inflexión: se está formando un consenso global de que la forma en que están construidas estas plataformas no solo es «atractiva», sino que puede ser potencialmente dañina.
Qué significa esto para tu scroll diario
Para las familias, esto podría cambiar la forma en que se sienten las redes sociales. Las etiquetas están pensadas para actuar como un «bache», obligando a usuarios y padres a pausar y pensar dos veces antes de perderse en una sesión de desplazamiento de tres horas. La esperanza es que, al tratar estas características como un problema de salud pública, podamos empezar a construir hábitos digitales más saludables.
El momento también es crucial. Las grandes empresas tecnológicas ya están enfrentándose a demandas masivas por parte de distritos escolares por crisis de salud mental estudiantil. Incluso el Cirujano General de EE. UU. ha pedido este tipo de etiquetas, y Nueva York es ahora la primera en convertir ese consejo en una realidad legal.
Mientras otros estados observan cómo evoluciona esto, podríamos estar ante un futuro en el que las redes sociales sean muy diferentes en todo el país. Las empresas podrían acabar viéndose obligadas a abandonar por completo estos trucos de diseño adictivos—o enfrentarse a un mosaico interminable de leyes que hacen imposible operar de la misma manera en todas partes.