En su última campaña publicitaria, la compañía sueca de muebles Ikea se burla de las personas que suelen compartir fotos de su comida a través de las redes sociales como Instagram.
Let’s Relax (vamos a relajarnos) nos invita a desprendernos de la tecnología y de disfrutar de esos momentos que pasamos con nuestra familia.
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El anuncio de 90 segundos nos muestra como habría sido la costumbre de tomar fotos de nuestra comida en el siglo XVIII, cuando la redes sociales y los teléfonos inteligentes no existían.
El anuncio comienza en la casa de un aristócrata. Vemos una mesa llena de platos de comida pero los niños no pueden comenzar a comer hasta que el pintor de la familia termine un retrato de la cena.
Al terminar el retrato, los sirvientes de la familia llevan al cuadro por el pueblo y a las casas de sus amigos para recoger los famosos «likes» que se dan en las redes sociales como Facebook e Instagram.
El anuncio termina con el padre de una familia moderna tomándole una foto a su cena. Luego Ikea concluye, «it’s a meal, not a competition» (es una comida, no una competencia).
El message de Ikea es sencillo: la excesiva preocupación de mostrar lo que hacemos en cada minuto de nuestra vida a través de la tecnología nos impide de disfrutar realmente del momento.
Las redes sociales nos acercan a muchas personas alrededor del mundo y son una herramienta esencial para mantenernos en contacto con nuestros amigos o familia lejana. Sin embargo, la obsesión con el llamado food porn podría arruinar los momentos que pasamos con nuestros seres queridos.
La campaña se ha vuelto viral y desde su lanzamiento el pasado 31 de julio, el anuncio se ha visto más de 3 millones de veces en YouTube.