Un estudio realizado en tumbas vikingas descubrió una antigua e inédita cepa de la viruela que, según los expertos de la Universidad de Cambridge, podría ayudarnos a comprender mejor pandemias como la del COVID-19.
Así lo informa el sitio Gizmodo, citando a un estudio publicado en la revista Science.
Los investigadores encontraron el ADN de la enfermedad en las piezas dentales de 11 esqueletos vikingos de lugares como Dinamarca, Noruega, Suecia, Rusia y el Reino Unido.
De acuerdo con el estudio, este hallazgo prueba que la enfermedad es mucho más antigua de lo que se creía (casi mil años más) y que su propagación se debió a las costumbres viajeras del pueblo vikingo, cuyos traslados ayudaron a diseminar la enfermedad, tal como ocurrió con el COVID-19.
“Esta cepa antigua de la viruela tiene una estructura muy diferente de genes activos e inactivos, comparada a la versión moderna del virus. Hay muchas formas en las que un virus puede mutar en cepas más o menos peligrosas. El descubrimiento es un paso enorme en el estudio del virus y su evolución”, señaló la doctora Barbara Mühlemann, coautora del estudio a la revista Science.
Los investigadores creen que el virus de la viruela pasó de los animales a los seres humanos, de la misma forma en que ocurrió la transmisión del SARS-CoV-2.
Según el estudio, el virus de la viruela humana es muy similar al de una una enfermedad que padecen los camellos y los jerbos (roedores).
Los científicos de la Universidad de Cambridge creen que que es imposible determinar cómo nació el virus de la viruela humana, pero que la investigación puede ayudar a detener otras enfermedades en el futuro.
“Si se transmitió de un animal a un ser humano podría volver a ocurrir, y lo último que necesitamos ahora mismo es una nueva versión de una enfermedad ya erradicada”, señala el artículo de Gizmodo.