Los riegos de fumar han sido altamente estudiados por científicos y conocidos por la población. Pero este hábito trae aparejado otra externalidad negativa: millones de toneladas de desechos tóxicos que se acumulan producto de la colillas de cigarrillos.
Sin embargo, investigadores australianos están proponiendo que las industrias podrían trabajar de forma conjunta para reciclarlas y transformarlas en ladrillos, en un plan que permitirá ahorrar energía y resolver el problema global de contaminación.
Más de 6 billones de cigarrillos se producen cada año en todo el mundo, lo que se traduce en 1.2 millones de toneladas de desechos tóxicos vertidos al medio ambiente.
Los investigadores de la Universidad RMIT (Instituto Real de Melbourne) ya habían demostrado que los ladrillos de arcilla cocida con un 1 por ciento de contenido de colillas de cigarrillos son tan resistentes como los ladrillos estándar y requieren menos energía para su producción.
El análisis mostró que si solo el 2.5 por ciento de la producción anual mundial de ladrillos incorporaba 1 por ciento de colillas de cigarrillos, esto compensaría la producción total de cigarrillos cada año.
El equipo de investigación ha desarrollado ahora un plan detallado para unir las industrias de fabricación de ladrillos y gestión de residuos, para implementar el reciclaje de colillas de cigarrillos en ladrillos a gran escala.
Residuos altamente tóxicos
El investigador principal, Abbas Mohajerani, dijo que las colillas de cigarrillos estaban saturadas de sustancias químicas tóxicas, incluidas más de 60 que se sabe que causan cáncer.
«Cocer a tope los ladrillos es una forma confiable y práctica de lidiar con este terrible problema ambiental, además de reducir los costos de producción de la fabricación de ladrillos», comentó.
Agregó que objetivo final es un mundo libre de contaminación por colillas de cigarrillos. “Nuestro plan de implementación industrial describe los pasos prácticos necesarios para hacer realidad esta visión”, sostuvo.
Plan detallado
El plan, publicado en un número especial de la revista Materials, muestra cómo se pueden recolectar y reciclar colillas de cigarrillos a escala industrial.
Se describen diferentes métodos de incorporación: utilizando colillas enteras, previamente trituradas o una premezcla ya se han incorporado a otros materiales de fabricación de ladrillos.
Los requisitos para mantener la salud y la seguridad también se detallan metódicamente, con un análisis que muestra cómo se pueden mitigar los riesgos tanto para la fabricación de ladrillos industriales como para los ladrillos hechos a mano.
El estudio también los tipos de bacterias dañinas que se encuentran en las colillas de cigarrillos, cómo los metales pesados pueden filtrarse al medio ambiente y examina el valor energético de las colillas en el proceso de fabricación de ladrillos.
Ahorro energético
Al analizar el valor energético de las colillas, el equipo de la Facultad de Ingeniería de RMIT mostró que la incorporación de 1 por ciento de contenido de colillas de cigarrillos reduciría la energía necesaria para cocer ladrillos en 10 por ciento.
«Se necesitan hasta 30 horas para calentar y hornear ladrillos, por lo que es un ahorro financiero significativo», sostuvo Mohajerani.
Las colillas de cigarrillos pueden tardar muchos años en descomponerse, mientras que los metales pesados como el arsénico, el cromo, el níquel y el cadmio atrapados en los filtros se filtran al suelo y las vías fluviales.
Sin embargo, durante la cocción, estos metales y contaminantes quedan atrapados e inmovilizados en los ladrillos.
Además, son más livianos y proporcionan un mejor aislamiento, lo que significa una reducción de los costos de calefacción y refrigeración del hogar.