La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este viernes 12 de febrero que las personas que se han recuperado del COVID-19 podrían contraer otras variantes del virus SARS-CoV-2.
La agencia sanitaria de Naciones Unidas citó informes preliminares de Sudáfrica, que sugieren que la infección previa no otorga inmunidad frente a una cepa más poderosa del virus.
Además, indicó que estos hallazgos muestran que las vacunas contra el COVID-19 podrían resultar menos efectivas para proteger contra estas variantes.
De cualquier manera, la OMS reconoció que en un escenario de esa naturaleza, la vacunación al menos reducirá la gravedad de la enfermedad.
“Los ensayos realizado en Sudáfrica y en Brasil con diferentes candidatos han demostrado una protección completa contra enfermedades graves, hospitalización y muerte”, afirmó Soumya Swaminathan, científica principal de la OMS.
Agregó que hay informes que indican que “si te ponen la vacuna y te infectas, la carga viral es mucho menor. Por lo tanto, las posibilidades de infectar a otros pueden ser menores”.
El problema de las variantes
El jueves 11 de febrero, la jefa del programa de genética del Reino Unido Sharon Peacock afirmó que el mundo podría lidiar incluso durante una década con las variantes del COVID-19.
Las personas que se han contagiado de COVID-19 generan anticuerpos e inmunidad a través de células que podrían prevenir la reinfección.
Sin embargo, los investigadores continúan estudiando hasta qué punto la infección y la vacunación protegen contra las nuevas variantes del coronavirus, algunas de las cuales pueden ser mucho más infecciosas.
De momento, las autoridades confían en que las personas vacunadas sigan tomando precauciones, como el uso de mascarillas, el lavado de manos y el distanciamiento social para controlar la propagación del virus.