A dos meses de recibir un corazón de cerdo modificado genéticamente, David Bennett falleció este martes 8 de marzo en el Centro Médico de la Universidad de Maryland (Estados Unidos).
El hombre de 57 años padecía una enfermedad cardíaca terminal y, según los primeros reportes sanitarios, “no se identificó ninguna causa evidente” de muerte apenas fue ingresado al recinto asistencial.
“Su condición comenzó a deteriorarse hace varios días. Después de que quedó claro que no se recuperaría, se le brindaron cuidados paliativos compasivos”, informó el recinto mediante una nota de prensa.
David Bennett, quien fue objeto de una cirugía pionera, “pudo comunicarse con su familia durante sus últimas horas”.
Bartley P. Griffith, su médico tratante, reconoció que el equipo se encuentra “devastado” por la pérdida. “Demostró ser un paciente valiente y noble que luchó hasta el final”, afirmó.
Para el también director clínico del Programa de Xenotrasplante Cardiaco en la Facultad de Medicina, Bennett “se hizo conocido por millones de personas en todo el mundo por su coraje y firme voluntad de vivir”.
Su colega Muhammad M. Mohiuddin agradeció al paciente por cumplir un “papel genuino e histórico para ayudar a contribuir con una amplia gama de conocimientos en el campo de xenotrasplante”.
En Centro Médico de la Universidad de Maryland Bennett recordó que el paciente llegó por primera vez en octubre de 2021, donde permaneció postrado y solo una máquina de derivación cardiopulmonar, llamada oxigenación por membrana extracorpórea, lo mantuvo con vida.
“Se le consideró no elegible para un trasplante de corazón convencional. Antes de dar su consentimiento para recibir el trasplante, fue completamente informado de los riesgos”, compartió.
El procedimiento con el corazón de cerdo era experimental, por lo que tanto sus riesgos como beneficios eran desconocidos, y solo pudo efectuarse gracias a una autorización de emergencia de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA).
“Después de la cirugía, el corazón trasplantado funcionó muy bien durante varias semanas sin signos de rechazo. El paciente pudo pasar tiempo con su familia y participar en fisioterapia para ayudarlo a recuperar fuerzas”, añadió la versión.
A tanto llegó la recuperación de Bennett, que pudo mirar por televisión el Super Bowl con su fisioterapeuta y a menudo hablaba sobre sus deseos de volver a casa para jugar con su perro Lucky.