Después de casi cincuenta años de investigación intensiva utilizando un sinfín de técnicas distintas, los científicos por fin han logrado resolver el misterioso proceso por el cual se pliegan las proteínas, concretamente cuál es la forma 3D de una proteína a partir de su secuencia de aminoácidos. Este descubrimiento ha sido posible gracias a la tecnología de inteligencia artificial de Google, DeepMind, con el programa AlphaFold.
Se trata de un importante avance científico que permitirá conocer mejor el funcionamiento de las proteínas y avanzar en desafíos como “el desarrollo de tratamientos para enfermedades o la búsqueda de enzimas que descompongan los residuos industriales”, explica John Moult, responsable de la investigación y biólogo computacional de la Universidad de Maryland en College Park en la web de DeepMind.
“Esto cambiará la medicina. Cambiará la investigación. Cambiará la bioingeniería. Cambiará todo”, señala Andrei Lupas, biólogo evolutivo del Instituto Max Planck de Biología del Desarrollo en la revista Nature.
Pese a que nunca se había llegado tan lejos en la investigación de las formas 3D de las proteínas y que es uno de los avances más relevantes de los realizados con Aphafold, los científicos se muestran cautos: “No todas las estructuras que predecimos serán perfectas. Todavía hay mucho que aprender, incluyendo cómo múltiples proteínas forman complejos, cómo interactúan con el ADN, ARN o pequeñas moléculas, y cómo podemos determinar la ubicación precisa de todas las cadenas laterales de aminoácidos”.
Lo que no dudan los científicos es del enorme potencial de la inteligencia artificial como herramienta para la investigación y de que esta tecnología transformará la biología.