Japón vive un desconfinamiento prudente, porque a pesar de que varias actividades económicas funcionan con normalidad, la industria de la entretención ha querido marcar la pauta con advertencias para evitar un rebrote del COVID-19.
Y los parques de diversiones son los que llevan la delantera, ya que Fuji-Q Highland hizo un estricto llamado a sus asistentes a no gritar en la vertiginosa montaña rusa.
El parque ya no permite a los asistentes gritar y aullar mientras montan en las numerosas atracciones del parque, como informa The Wall Street Journal , para frenar la propagación del coronavirus. Al final del video, se puede ver un mensaje que dice: «Por favor, grita dentro de tu corazón».
Investigaciones indican que los gritos, junto con la tos y el canto, liberan pequeñas gotas y aerosoles que pueden propagar la enfermedad.
Teniendo en cuenta la concentración conocida de coronavirus en la saliva, los científicos que hicieron un experimento en la revista PNAS, estiman que hablar en voz alta puede generar el equivalente por minuto de más de 1,000 gotas contaminadas capaces de permanecer suspendidas en el aire durante 8 minutos o más en un espacio cerrado.
«Simplemente no hay forma de no gritar», dijo a WSJ la estudiante universitaria Rika Matsuura, quien estaba visitando Tokio Disneyland la semana pasada. «Es una especie de tortura estar de regreso en tu lugar favorito del mundo y no poder gritar y disfrutar todo al cien por cien».
Por otro lado, Yuuki Suzuki, visitante de Tokio Disneyland, le comentó al Journal «No se ve Disneylandia en otros países pidiendo a la gente que no grite. Si sale un grito, sale».