Una dura polémica se está dando en Perú, ya que en la zona de Ucayali, un grupo de autoridades comenzó a recomendar el uso de ivermectina, un medicamento antiparasitario que se usa en veterinaria para tratar a las vacas.
Según dos consejeros regionales y un funcionario del gobierno local están hablando de las «bondades» de este fármaco como una terapia que combate el coronavirus “en 48 horas». Si bien este compuesto ha mostrado cierta efectividad en pruebas in vitro, todavía se desconoce si funciona en humanos, aunque en varios países se están haciendo pruebas.
La ivermectina es un fármaco empleado desde hace décadas para tratar algunos gusanos parásitos. Su uso inició en animales y luego se aplicó en personas, principalmente para tratar los piojos, en África y Latinoamérica.
Uno de los consejeros del distrito peruano comentó al diario El Comercio de ese país que, «hace ya cerca de 30 días que vienen entregando el medicamento. Hicimos una campaña y le dábamos la medicina a aquellas personas que tenían receta médica. Las personas que llamamos han confirmado que han mejorado bastante, y eso para nosotros fue reconfortante […] Son cerca de 400 personas las que se han presentado con su receta”.
Alfonso Zavaleta, profesor de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), indicó en el mismo medio limeño, que el uso de este medicamento en humanos puede ser perjudicial.
“El medicamento para uso humano pasa por unos procesos especiales en cuanto a calidad, mucho más exigentes que los de uso veterinario. La principal diferencia es que son fabricados con estándares de calidad diferentes. Hay compuestos que se permiten en animales, pero pueden ser perjudiciales para humanos”, resaltó.
Ricardo Grandez, profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UPCH, comentó que si la ivermectina se aplica de manera subcutanea e intramuscular, puede ser muy dañino.
“Si se aplica inadecuadamente, puede producir necrosis en la zona de aplicación. La presentación inyectable [usada en animales] es de larga duración, tiene sustancias que liberan lentamente el principio activo. Algunos de estos productos podrían generar reacciones en algunos individuos o en todos los individuos. Para un equino o bovino no puede ser molestoso, pero para un ser humano podría producir mucho dolor, lesiones como celulitis, entre otros problemas”, cerró el facultativo.