El arroz es uno de los alimentos más populares y más sencillos de preparar en algunos países, sin embargo, un nuevo estudio alerta sobre sus niveles de arsénico inorgánico que, al acumularse en el cuerpo, afectan a distintos sistemas del organismo, específicamente al cardiovascular.
Investigadores de la Universidad de Mánchester y de la Universidad de Salford publicaron sus hallazgos en «Science of the Total Environment», donde expusieron que la prolongada exposición al arsénico inorgánico podría provocar cánceres y enfermedades cardiovasculares.
El arsénico es un elemento de la corteza terrestre que se encuentra presente en el aire, agua y suelo. En su forma inorgánica es muy tóxico, ha advertido la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“La exposición prolongada al arsénico inorgánico, principalmente a través del consumo de agua contaminada o comida preparada con esta, y cultivos alimentarios regados con agua rica en arsénico, puede causar intoxicación crónica. Los efectos más característicos son la aparición de lesiones cutáneas y cáncer de piel”, enfatizó el organismo internacional en 2018.
David Polya, de la Universidad de Mánchester, precisó que el estudio realizado, tiene muchas limitaciones, pero es una forma relativamente económica para determinar si existe un vículo plausible entre un mayor consumo de arroz que contiene arsénico inorgánico y un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
“La investigación sugiere que el 25 por ciento más alto de consumidores de arroz en Inglaterra y Gales puede tener un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular —debido a la exposición al arsénico inorgánico—, en comparación con el 25 por ciento más bajo de consumidores de arroz”, añadió.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria alertó, en un informe de 2014, sobre la presencia del arsénico orgánico en estos granos.
Si bien no desaconsejaron del todo su consumo, los investigadores recomendaron sustituir el arroz por variedades como el basmati y el arroz pulido, que suelen tener cantidades menores de arsénico.