Un estudio realizado por una institución sanitaria de Estados Unidos encontró que la efectividad de una tercera dosis de la vacuna de Pfizer contra el COVID-19 se mantiene en un nivel más alto respecto a un esquema de únicamente dos dosis.
La investigación, publicada en la revista médica The Lancet y realizada por científicos del centro sanitario Kaiser Peermanente en Oakland, California, concluyó que en los tres meses posteriores a la aplicación de la tercera dosis el nivel de protección contra una infección se ubica en 88 por ciento, mientras que el de prevención de hospitalización llega a 97 por ciento.
“Lo que vemos en la investigación es que el impacto en la salud pública de una tercera dosis es sustancial en la lucha para prevenir la enfermedad”, dijo Sara Tartof, una de las investigadoras detrás del estudio.
El trabajo involucró la revisión de datos clínicos de 3.1 millones de personas del sur de California que habían recibido la vacuna de Pfizer entre diciembre de 2020 y diciembre de 2021. Cabe destacar que, en este periodo, la variante dominante era ómicron, no delta.
Durante ese periodo, los especialistas encontraron que 6.3 por ciento de la muestra (97,535 personas) se infectaron del coronavirus SARS-CoV-2, mientras que apenas 8 por ciento (15,786) fueron hospitalizadas.
Según los expertos, al recibir un esquema de dos dosis, la eficacia para prevenir una infección bajó a 85 por ciento tras un mes y a 49 por ciento a los ocho meses.
En el caso de personas inmunodeprimidas, con comorbilidades o mayores de 75 años, el nivel de protección se ubicó entre 74 y 77 por ciento para la prevención de hospitalizaciones.
“Es importante destacar que todos los estudios que evalúan la eficacia de la tercera dosis, incluido el nuestro, muestran una mejora significativa para combatir al SARS-CoV-2”, concluyó la especialista.