Un estudio realizado por médicos del Hospital Northwestern Medicine de Chicago identificó a través de radiografías las causas que generan dolor crónico y muscular en pacientes infectados y recuperados de COVID-19.
Los investigadores destacan que el estudio, publicado en la revista Skeletal Radiology, permitirá atender de mejor forma a los pacientes que presentan secuelas musculares tras recuperarse de la enfermedad y, quizá, contrarrestar sintomatologías graves y duraderas como artritis reumatoide o el padecimiento conocido como “dedos COVID-19”, por el que algunos personas han sufrido la amputación de extremidades.
“Las imágenes nos permiten ver si los dolores musculares y articulares relacionados al COVID-19 son algo más insidioso que las molestias asociadas a una gripe”, explica la doctora Swati Deskmukh, una de las autoras del estudio.
Los especialistas detallan que los hallazgos muestran inflamaciones de tejidos, hematomas e incluso casos de gangrena en los nervios de las articulaciones musculares. “Nos hemos dado cuenta que el COVID-19 puede provocar que el cuerpo se ataque a sí mismo de diferentes maneras, lo que puede producir problemas reumatológicos que requieren un tratamiento de por vida”, añade la especialista.
Las observaciones fueron obtenidas tras revisar datos de pacientes atendidos en el Hospital Northwestern Medicine entre mayo y diciembre de 2020.
Los expertos dicen que las imágenes también podrían servir para identificar casos de COVID-19 en pacientes que no desarrollan la sintomatología identificable asociada a la enfermedad, como la fiebre y la tos.
Pero, por sobre estas utilidades, la más importante es que facilita identificar cómo se ve el daño muscular ocasionado por el COVID-19. “Algunos médicos solicitan radiografías para pacientes con afectaciones como los ‘dedos COVID-19’, pero no había referencias sobre cómo lucen estas afectaciones. ¿Cómo se encuentra algo de lo que no se está seguro cómo se ve?”, resumen los especialistas.