60 días antes de que se detectaran los primeros enfermos de COVID-19, el coronavirus que lo causa nadaba en las aguas residuales del sur de Europa.
Un estudio del Servicio Sanitario Nacional de Italia halló evidencias del SARS-CoV-2 en muestras tomadas en tres ciudades del norte del país.
Concretamente, el patógeno originado en la ciudad china de Wuhan ya estaba en Milán y Turín para el 18 de diciembre y en Bolonia el 29 de enero, explicó la investigadora principal, Giuseppina La Rosa.
En total, fueron 40 las muestras recogidas desde varias plantas de tratamiento donde desemboca la red de alcantarillado entre octubre y febrero, informó Reuters. Las correspondientes al décimo y undécimo mes resultaron negativas.
La también experta en aguas residuales ambientales señaló que también «se detectaron más trazas en otras muestras de prueba hasta enero y febrero».
“Esta investigación puede ayudarnos a entender el origen de la circulación del virus por Italia”, agregó la funcionaria, considerando que el descubrimiento es incluso anterior de que China reportara sus primeros casos.
La Rosa explicó que los casos advertido en las regiones de Lombardía y Emilia-Romaña no deben asociarse “automáticamente” al desarrollo de la epidemia en el país.
Italia ha sido una de las naciones más azotadas de Europa por el COVID-19. Al cierre de esta nota, acumulaba poco más de 238,000 contagios certificados y alrededor de 34,500 casos fatales.
El conteo de la Universidad Jonhs Hopkins le otorgaba al país ubicado al centro del mar Mediterráneo 3,514 enfermos y 571 muertes por cada millón de habitantes.
“Los primeros casos domésticos reportados en Italia se relacionaron con un hombre que buscó tratamiento a mediados de febrero, aunque algunas personas que llegaron del extranjero habían sido diagnosticadas con la enfermedad a principios del invierno boreal”, recordó Bloomberg.