Un grupo de científicos creó un organismo sintético unicelular capaz de crecer y dividirse de forma natural.
De acuerdo con los investigadores, este adelanto podría contribuir a la elaboración de computadoras minúsculas y “pequeñas fábricas de producción de fármacos”, a partir de estas células sintéticas.
Eso sí, los mismos profesionales señalan que esto solo será posible dentro de muchos años.
“Este siglo de la biología podría cambiar nuestra vida cotidiana para mejor”, afirma la autora principal Elizabeth Strychalski, directora del Grupo de Ingeniería Celular del Instituto Nacional de Normas y Tecnología (NIST).
Según Live Science, tanto Strychalski como sus colegas piensan diseñar sensores vivos que puedan tomar medidas del entorno que les rodea, controlar la acidez, la temperatura y los niveles de oxígenos cercanos.
Estas células sintéticas también podrían fabricarse para producir productos específicos, como medicamentos, y podrían instalarse dentro del propio cuerpo humano.
“Una de las visiones es que cuando la célula detecte un estado de enfermedad, entonces podrá fabricar esa terapéutica, y cuando el estado de enfermedad deje de existir, podrían dejar de fabricar esa terapéutica”, señala Strychalski.
En tanto, otras células podrían cultivarse en el laboratorio y utilizarse para producirse eficazmente productos alimenticios y combustibles, mientras que otras podrían ser destinadas para llevar a cabo funciones computacionales a escala molecular.
Los investigadores publicaron sus resultados en la revista Cell; comenzaron su trabajo con una célula sintética existente llamada JCVI-syn3.0, que fue creada en 2016 y contiene solo 473 genes (la bacteria Escherichia coli tiene cerca de 4,000).
“Esta investigación es increíblemente importante para comprender cómo funciona la vida y qué genes se necesitan para operar las células de manera confiable”, dice Drew Endy, coautor de la investigación.