Pfizer firmó un acuerdo con Medicines Patent Pool, una organización de salud pública respaldada por la ONU, para que otras compañías desarrollen su píldora anti-COVID-19.
Gracias a este acuerdo, los fabricantes de genéricos podrán acceder al fármaco y permitir que esté disponible en 95 países de bajos y medios ingresos que abarcan cerca de 53 por ciento de la población mundial.
Esta píldora se conoce como PF-07321332 o Paxlovid y debe administrarse en combinación con un medicamento antiviral llamado Ritonavir.
Hace algunas semanas, Pfizer aseguró que su píldora reducía el riesgo de hospitalización y muerte en casi 90 por ciento en personas con infecciones de coronavirus leves y moderadas.
“Es bastante significativo que podamos dar acceso a un medicamento que parece ser eficaz y que acaba de ser desarrollado a más de 4,000 millones de personas”, señaló Esteban Burrone, jefe de política del Medicines Patent Pool.
Según este acuerdo, Pfizer no recibirá regalías por las ventas en los países de bajos ingresos y renunciará a estas por las ventas en todos los países cubiertos por esta asociación mientras el coronavirus siga siendo una emergencia de salud pública.
La compañía farmacéutica anunció que le solicitará a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos y a otros organismos reguladores que autoricen la píldora lo antes posible.
Por su parte, la organización Médicos Sin Fronteras se mostró triste por el hecho de que este acuerdo no ponga el fármaco a disposición de todo el mundo y señaló que con esto se deja de lado a varios países como China, Argentina y Tailandia.
“El mundo sabe a estas alturas que el acceso a las herramientas médicas del COVID-19 debe estar garantizado para todos, en todas partes, si realmente queremos controlar esta pandemia”, dijo Yuanqiong Hu, asesor de política legal de Médicos Sin Fronteras en un artículo de AP.