La farmacéutica estadounidense Pfizer necesitará de una gigantesca red de congeladores para garantizar la adecuada distribución de su vacuna BNT162b2 contra el COVID-19.
Actualmente, el antídoto está almacenado en 350 congeladores ultrafríos de la planta de Pfizer en Michigan, pero la farmacéutica tiene el desafío de garantizar su adecuada distribución y cadena de frío.
Pfizer, junto a la compañía alemana BioNTech, anunciaron el 9 de noviembre que la vacuna tiene una efectividad del 90 por ciento para prevenir el COVID-19, y están a la espera de recibir los permisos para iniciar la distribución.
Desafío logístico
La vacuna, que se basa en una tecnología que utiliza ARNm sintético para activar el sistema inmunológico contra el virus, debe mantenerse a menos de 70 grados Celsius (-94 F).
Sin embargo, los requisitos de almacenamiento son un obstáculo incluso para los hospitales más sofisticados de Estados Unidos, y pueden afectar cuándo y dónde está disponible en áreas rurales o en países pobres.
«Será un desafío en todos los entornos porque los hospitales, incluso en las grandes ciudades, no tienen instalaciones de almacenamiento para una vacuna a esa temperatura ultrabaja», dijo Amesh Adalja, investigador del Johns Hopkins Center for Health Security, a la agencia Reuters.
Uno de los hospitales estadounidenses más prestigiosos, la Clínica Mayo, dijo que actualmente no tiene esa capacidad. «Es un problema logístico tremendo no solo en Estados Unidos, sino que fuera del mundo occidental», admitió Gregory Poland, virólogo e investigador de vacunas de la Clínica Mayo.
El general de Ejército Gus Perna, responsable de la entrega la vacuna, también admitió la complejidad de la distribución, considerando que la vacuna de Pfizer requiere dos inyecciones. «La segunda dosis debe estar dirigida a las personas que ya recibieron la primera», precisó a CBS News.
Cómo llegará al resto del mundo
Pfizer ha señaldo que está trabajando en colaboración con el gobierno de Estados Unidos sobre cómo enviar la vacuna desde sus centros de distribución en Estados Unidos, Alemania y Bélgica.
El plan incluye el uso de hielo seco para transportar vacunas congeladas, tanto por aire como por tierra, a las temperaturas recomendadas por hasta 10 días.
Los proveedores de atención médica estatales y locales serán los responsables de almacenar y administrar las vacunas una vez entregadas, dijo la portavoz de Pfizer, Kim Bencker.
Las vacunas pueden mantenerse en un congelador de temperatura ultrabaja hasta por seis meses, o por cinco días a 2-8 grados Celsius, un tipo de refrigeración comúnmente disponible en los hospitales, según Bencker.
Los expertos advirtieron que incluso con la vacuna, podría pasar hasta 2021 antes de que la vacuna esté ampliamente disponible en todo el mundo.