La vacuna de Pfizer y BioNTech es capaz de prevenir el COVID-19 provocado por las nuevas cepas del virus SARS-CoV-2, como las detectadas en el Reino Unido y Sudáfrica.
Tras realizar un estudio de laboratorio en conjunto con la Rama Médica de la Universidad de Texas, el laboratorio estadounidense aseguró que su antídoto fue efectivo para neutralizar el virus con la llamada mutación N501Y de la proteína de pico.
Esta mutación podría ser responsable de una mayor transmisibilidad, que científicos británicos han situado en un 70 por ciento superior a la cepa originada en Wuhan, China, aunque no se cree que provoquen síntomas más graves.
Según Phil Dormitzer, uno de los principales científicos de vacunas virales de Pfizer, también había preocupación de podría permitir que el virus eludiera la neutralización de anticuerpos provocada por la vacuna.
“Hemos probado 16 mutaciones diferentes y ninguna de ellas ha tenido realmente un impacto significativo. Esa es la buena noticia. Eso no significa que el 17 no lo hará», afirmó.
Resultados preliminares
Se trata de los primeros resultados en torno a las variantes, lo que podría representar una señal de esperanza si se considera que múltiples países han iniciado procesos masivos de vacunación.
El estudio de Pfizer y BioNTech se realizó con sangre extraída de personas que habían recibido la vacuna, de acuerdo la agencia Reuters.
Los investigadores planean realizar pruebas similares para establecer si la vacuna es eficaz contra otras mutaciones encontradas en las variantes británica y sudafricana.
Los científicos dijeron que los resultados del estudio ayudarían a calmar las preocupaciones, aunque advirtieron que aún se necesitan más pruebas clínicas y datos para llegar a una conclusión definitiva.
AstraZeneca, Moderna y CureVac también están probando si sus vacunas funcionan contra las variantes de propagación rápida.