Argentina está en pleno desarrollo de Corovax G3, su vacuna contra el coronavirus.
En el país sudamericano se llevan a cabo las pruebas correspondientes en roedores, y los primeros resultados pueden ser considerados exitosos. Esto ha hecho que los científicos a cargo estén optimistas respecto al potencial que tiene este fármaco para el futuro.
Parte de los resultados iniciales muestran que la inmunidad de los animales no ha decaído durante cinco meses.
Al mismo tiempo, los científicos piensan que las personas solo necesitarían de una dosis de estas vacunas para combatir el COVID-19.
“Es una vacuna muy potente, desarrolla anticuerpos neutralizantes”, asegura Sabrina Vinzón, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
La profesional también destaca la “respuesta inmune celular prolongada” que provoca la vacuna y que se podría extender a todas las variantes descubiertas.
“No solamente protegería contra la cepa original del coronavirus, que empezó a circular a principios del 2020. Demostramos que puede proteger contra las cepas nuevas y las prevalentes actualmente en nuestra región”, agrega.
Sobre este punto, una publicación de la revista Vaccines confirma que la vacuna es capaz de neutralizar las variantes Delta, Alfa y Gamma, tres de las más contagiosas.
Ahora, los investigadores planean hacer evaluaciones clínicas en humanos, lo que se podría llevar a cabo entre fines de este año y comienzos de 2022.
“Es un desarrollo nacional; para nosotros es muy importante. Somos científicos argentinos, la idea es ayudarnos a nosotros y también el resto de los países”, comentan los investigadores del CONICET.