Un nuevo hallazgo científico podría ayudar a detectar a los pacientes asintomáticos con coronavirus, para así evitar la propagación de la enfermedad.
Investigadores del MIT Lincoln Laboratory comenzó a estudiar como la voz de la gente puede ser un instrumento para encontrar casos, ya que se mostrarán signos de voces nasales, de tonos bajos y que además tienen ciertos biomarcadores que se pueden asociar con el COVID-19.
Recientemente se publicó una carta de tecnología que describe esta investigación en el IEEE Open Journal of Engineering in Medicine and Biology.
Thomas Quatieri, un miembro del personal senior en el Grupo de Sistemas de Salud y Desempeño Humano del laboratorio Lincoln está liderando la investigación y además hace un tiempo forma un grupo centrado en descubrir biomarcadores vocales de trastornos neurológicos como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y la enfermedad de Parkinson. Estas enfermedades, y muchas otras, cambian la capacidad del cerebro para convertir los pensamientos en palabras, y esos cambios se pueden detectar procesando las señales del habla.
Cuando los síntomas de COVID-19 se manifiestan, una persona generalmente tiene dificultad para respirar. La inflamación en el sistema respiratorio afecta la intensidad con la que se exhala el aire cuando una persona habla. Este aire interactúa con cientos de otros músculos potencialmente inflamados en su viaje hacia la producción del habla. Estas interacciones impactan el volumen, el tono, la estabilidad y la resonancia de la voz, cualidades medibles que forman la base de sus biomarcadores.
Para hacer el experimento, Quateri y sus colegas buscaron en YouTube clips de celebridades o presentadores de televisión que habían dado entrevistas mientras eran COVID-19 positivos pero asintomáticos. Identificaron cinco sujetos. Luego, descargaron entrevistas de esas personas de antes de tener COVID-19, igualando las condiciones de audio lo mejor que pudieron.
Luego utilizaron algoritmos para extraer características de las señales vocales en cada muestra de audio. «Estas características vocales sirven como representantes de los movimientos subyacentes de los sistemas de producción del habla», dice Tanya Talkar, candidata a doctorado en el programa de Biociencia y Tecnología del Habla y la Audición en la Universidad de Harvard.
Los resultados de la investigación trajeron a la superficie la hipótesis de que, «la inflamación de Covid-19 hace que los músculos a través de estos sistemas se acoplen demasiado, lo que resulta en un movimiento menos complejo. Imagine estos subsistemas del habla como si fueran la muñeca y los dedos de un pianista experto; normalmente, los movimientos son independientes y altamente complejos», dice Quatieri. «Ahora, imagínese si los movimientos de la muñeca y los dedos se unen, moviéndose como uno solo. Este acoplamiento obligaría al pianista a tocar una melodía mucho más simple».
Ahora, otro grupo de científicos está buscando la forma en cómo crear una herramienta para teléfonos móviles, por ejemplo, para hacer esa medición de frecuencias y dar luces sobre un posible contagio.