Los investigadores pueden haber resuelto finalmente la ciencia que se esconde detrás del fenómeno déjà vu. Para aquellos que no lo han experimentado, tener un déjà vu es sentir esa extraña sensación de creer o pensar que ya se ha experimentado algo antes.
Exactamente cómo funciona este fenómeno ha sido durante mucho tiempo un misterio -una de las principales razones se debe a lo impredecible que es-.
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«Lo más frustrante de un déjà vu es que, si bien es algo que la mayoría de las personas han experimentado, es algo que sucede con poca frecuencia,» subraya Akira O’Connor, profesor de la Facultad de Psicología y Neurociencia de la Universidad de St Andrews (Reino Unido) a Digital Trends. «Eso significa que medirlo es una cosa muy difícil. Hemos tenido que depender de las evaluaciones retrospectivas de la gente”, añade.
Sin embargo, eso está cambiando. O’Connor, con la ayuda de otro investigador, utilizó método para replicar un déjà vu en un laboratorio con las condiciones que funcionan en la mayoría de las personas – con ayuda de una técnica para la obtención de falsos recuerdos-. Es decir, daban una lista de palabras unidas por un tema común, como, por ejemplo, «la noche», «sueño» y «almohada» y luego preguntaban a los conejillos de indias si habían oído la palabra «dormir».
Cuando ellos respondían afirmativamente, a continuación se le preguntaba si alguna de las palabras que habían escuchado comenzaba con la palabra «s», a la que respondían negativamente, lo que resulta en el confuso sentido del déjà vu.
«El déjà vu se caracteriza por tener una falsa sensación de familiaridad, junto con la conciencia de que esa sensación de familiaridad no puede ser correcta», dijo O’Connor. «Es un choque de memoria donde existe una falsa familiaridad, junto con un conocimiento objetivo que no puede ser real», explica.
Capaz de recrear la sensación de déjà vu en cerca de dos tercios de los participantes, O’Connor señaló que la tasa era lo suficientemente buena como para que el proyecto siguiera adelante hacia la siguiente fase: la exploración de los participantes con un máquina de resonancia magnética funcional (fMRI) para ver qué regiones del cerebro se iluminan cuando esta experiencia se lleva a cabo. «Lo que encontramos fue que no era regiones de memoria ligadas las que estaban impulsando un déjà vu», dijo. «Tradicionalmente, los investigadores pensaron que un déjà vu era conducido por falsos recuerdos”.
O’Connor subrayó a Digital Trends que el trabajo era interesante para él como investigador, ya que demuestra que la memoria de la toma de decisiones tiene dos fases distintas. «En cierto modo, nuestro trabajo es tranquilizador», asegura. «Esto demuestra que el déjà vu no es un error de memoria. No es un problema asociado con la memoria; potencialmente es un signo de que su razonamiento y la cognición en general gozan de buena salud. Significa que usted es capaz de detectar muchos de estos errores que se están produciendo y seguir como si no estuvieran ocurriendo «, concluye.