Coca Cola cumple 135 años de vida este 8 de mayo. Se trata de uno de los productos culturales más reconocidos en el mundo entero, comercializado en más de 200 países y con el título de ser una de las bebidas más consumidas de los siglos XX y XXI.
En el lejano mayo de 1886, difícilmente el farmacéutico John Pemberton pudo haber imaginado el alcance que tendría su producto innovador.
De hecho, lo que él inventó en aquella época tenía un fin completamente diferente, ya que la Coca-Cola concebida por Pemberton era una bebida medicinal patentada.
La receta original combinaba extractos de hojas de coca y nuez de cola (de ahí su nombre). La bebida contenía cocaína hasta 1903, año en que fue reemplazada por cafeína.
Coca-Cola comenzó a ser vendida ese mismo año en la farmacia Jacobs, en Atlanta. El producto era comercializado para combatir los problemas de digestión y aportar energía.
En sus inicios, diariamente se vendían cerca de nueve vasos con esta especie de jarabe a un precio de 5 centavos de dólar por vaso.
Pronto su carácter de medicamento ganó popularidad: se vendía como un tónico cerebral y estimulante nervioso, un remedio que podía servir para los dolores de cabeza, neuralgias, histeria, melancolía y, básicamente, cualquier enfermedad nerviosa.
John Pemberton vio cómo su medicamento se convertía en un verdadero éxito, tanto así que en 1891 decidió fundar The Coca Cola Company en conjunto con el también farmacéutico Asa G. Candler.
Coca-Cola en el cuerpo
Más de un siglo después, esta popular bebida está lejos de ser considerada un medicamento. De hecho, está comprobado el efecto dañino que provoca en el organismo.
Uno de los principales problemas de este producto es que está asociado con un alto nivel de adicción, así las personas que la consumen a diario son las que más evidencian inconvenientes en su salud.
Los problemas pasan, principalmente, por la gran cantidad de azúcar y químicos que contiene la bebida, los cuales pueden ser los causantes de una gran cantidad de enfermedades, desde sobrepeso, obesidad, diabetes, cálculos renales, asma, descalcificación, anemia, depresión, mala digestión y caries hasta Alzheimer.
Así, el inocente sueño de John Pemberton de elaborar un producto que hiciera sentir bien a la gente dio paso a una bebida adictiva cuya ingesta ha amenazado por varias décadas la salud de las personas.